Juan Pablo: -Pasaron muchas cosas el práctico pasado, ¿no?. Con vero trabajamos mucho lo que pasó después del práctico. Algunas subjetividades diferentes que empezaron a tironear, cada una para su lado. Muchos se fueron enojados.
Así comienza el práctico del 13 de Octubre. El clima es bastante raro, ya que se sabe que del lugar van a entrar y salir los compañeros, y además afuera están dando una charla.
Se propone leer la crónica, Lucas toma la hoja de Melisa, y la lee.
Entra una compañera.
Lucas se frena en la lectura y hace un par de comentarios: sobre lo que Juan Pablo había dicho la clase pasada de su narcisismo; cuenta que en el grupo hubo muchos desencuentros, encuentros tensiones, estilo personal de cada uno.
Llega otro compañero.
Juan Pablo propone leer la otra crónica, Melissa dice que no tenía problema en leerla pero que la había cortado cuando la estaba haciendo (en clase y redactandola) porque se había enojado con algo que Juan Pablo dice.
La vez pasada, entregamos los trabajos y Juan Pablo dijo, o la mayoría sintió que dijo que los trabajos no le iban a gustar.
La compañera dice entonces que se enojó en el momento que Juan Pablo hizo el comentario y pensó: ¿Qué sabe si no le van a gustar? Primero que los lea y que después se fije.
Parece que este comentario repercutió bastante en Vero y Juan Pablo.
Juan Pablo nos pregunta si de este sujeto supuesto saber del que tanto se habla, nosotros no nos preguntamos: ¿Qué sabe?
Vero comenta que entre ellos estuvieron trabajando que les pasaba en este lugar de sujeto supuesto saber.
Compañera: Me dio tristeza escucharte decir eso.
Juan Pablo dice que muchos otros también se fueron enojados del práctico pasado. Se pierde un poco este comentario y se empieza a hablar de los contenidos.
Vero comenta que Juan Pablo se jugó la clase pasada al decir que no sabía si los parciales le iban a gustar. Una compañera pregunta por el sentido de las palabras del comentario. Y Juan Pablo responde que el sentido no lo sabía pero que este es un tema que lo incomoda mucho, que lo había jugado el práctico pasado y que eso había violentado la clase.
Continúa diciendo que es un fantasma que habita en él y que tiene que ver con diferencias respecto a lo que quiere la cátedra, que no le permite conectarse con nosotros, y que por lo tanto se relaciona con nosotros a través de su fantasma.
Una compañera le pregunta si se relacionaba con lo que había dicho la vez pasada, que en otras comisiones por ejemplo, se sabían la definición de Guattari. Juan Pablo asiente con la cabeza y agrega que su posición ética no es esa, sin embargo… Vero lo interrumpe y cuenta que los dos venían enganchados y afectados por lo que venía sucediendo en las clases, que estaba bueno, que no usábamos conceptos. Y que después teníamos que hacer un parcial.
Diego dice que el problema es la subjetividad docente, que forzar el texto no tiene mucho sentido. Pero vero le contesta que ellos tienen que habitar esa subjetividad docente.
Se retoma el comentario de Melisa, y Juan Pablo le dice que fue una intervención muy acertada, y agrega: “Al final este sujeto supuesto saber, con eso que dice, no sabe nada”
Continúa diciendo que la subjetividad docente es un obstáculo pero la subjetividad del alumno también lo es. Que no debemos hacer como que no existe, sino la terminamos actuando.
Se habla de lo institucional, de que por más que sea una mierda, también es lo que nos permite. Se comenta de si es una materia más o no…
Marianela dice que viene por las faltas, pero que ya le está cansando venir. Siente que pierde tiempo. Dice que le gustaría que Juan Pablo “mechara” en las clases algún concepto. Se la nota incómoda o enojada, Lucas le dice que con eso hay que trabajar: con la bronca.
Rocío le dice que a ella le gusta venir, y que le encantaría que a ella le pase lo mismo.
Alexis en cambio piensa que sería muy ideal que a todos nos pase lo mismo, que sería algo así como el “Paraíso de la Facultad”. Opina que siempre se habla de los que participan, o no, de los que hablan o no, “ya es medio raro que siempre quieran que todos participen” tira.
Juan Pablo “mecha” con un concepto de subjetividad situacional, que es producida por las prácticas. Subjetividad producida en un cuerpo. La subjetividad como socialmente instituida (agrega Marianela). Alexis dice que al concepto de significaciones lo pensó desde Castoriadis, pero que no sabe si le cierra. Juan Pablo sigue explicando subjetividad como opuesta a la objetividad, individuo, sociedad.
Vero: en otro momento hubiese querido vender los conceptos
Rocío le dice a Juan Pablo que tiene unas ganas bárbaras de preguntarle si leyó los trabajos.
En este momento alguien dice que se ve esa división entre los que quieren aprobar, que no somos tan homogéneos. Se arma un debate entre esto de el “supuesto interés sólo por aprobar” versus “el supuesto interés sólo por aprender”.
Rocío: “Me gustaría poder compartir con todos.”
Marianela: “Yo algo aprendí: que yo no voy a trabajar en grupo”.
Ivana trae un comentario sobre lo que ella sentía. Dice que esto es como bailar: bailar no se puede aprender de los libros, se aprende bailando. Y que para ella esto le trae muchos miedos, muchas incertidumbres
Vero me parece que se “quedó enganchada” con lo que se dijo en ese debate porque comentó sobre el clínico y su abstinencia. Que acá hay muchas cosas que nos gustaría que pasen en la cursada, pero que no pasan, y que lo mismo ocurre entre el paciente y el terapeuta, y que de eso se trata la abstinencia del terapeuta.
Juan Pablo: Yo creo que estás hablando desde tu propia abstinencia. (Vero había hecho un comentario sobre vender los conceptos, y en otro momento sobre vender las crónicas)
Clara: “Para mí la clase perdió dinamismo.”
Ulises: “A mi me gustaría saber que dicen sus terapeutas de esto. Yo la verdad no sé, no hago terapia, porque no estoy loco”. Risas, pero nadie le contesta.
Natalia hace un comentario sobre que en este espacio la diferencia no es entre un buen estudiante- un mal estudiante. Sino entre un buen psicólogo, o no. Que no entendía porque hacían una diferencia tan grande entre lo que dicen en terapia y lo que dicen acá.
“Menos mal que solamente decías boludeces” le repone irónicamente Juan Pablo.
Marianela le contesta que a ella no le parece el lugar adecuado para elaborar sus incertidumbres, miedos.
El punto que estamos rodeando, dice Juan Pablo, es sobre que formación de psicólogo deseamos: si el de psicólogo=psicoanalista, o la de la facultad= lugar de formación teórica.
Vero cuenta que cuando era alumna y estaba en quinto año de la carrera, además trabajaba como payamédica. Y que ella pensaba que ser payamédica no tenía nada que ver con la carrera, que era algo que se contaba sólo fuera de la facultad. Juan Pablo recuerda una anécdota de Vero y le pide que la comparta con nosotros. Ella recuerda que trabajaba con un paciente y el médico había dicho que necesitaba hacer una interconsulta con el área de psicopatología. Los de psicopatología ante el pedido del médico responden que no sería necesario porque ellos tenían los payamédicos. Y recuerda que los del hospital hacían jodas, como que si las diferentes áreas del hospital eran campos aislados, los de psicopatología tenían alambre electrificado. Que no había trabajo interdisciplinario. Vero dice que ella se encontró trabajando con la subjetividad donde menos lo pensó, que era como payamédica.
Ulises dice que le emociona lo que Vero está contando, y que además cree que en la facultad no hay nada público. Que es todo privado, y de hecho lo privado está en nuestras cabezas.
Natalia dice que ella piensa todo psicológicamente, y que no para ella no hay divisiones, sino que está todo integrado.
Juan Pablo dice que es a esos lugares (como lo que contaba Vero de su experiencia como payamedica) nosotros estamos convocados.
Parece que nos están supervisando, dice Juan Pablo. Ya no se sabe quien interviene, agrega.
Rocío pregunta si le frustraron los trabajos. Juan Pablo responde que muchos le sorprendieron, otros no tanto, y mucho le sorprendió lo que pasó después.
lunes, 25 de octubre de 2010
jueves, 14 de octubre de 2010
Seguidilla de mails entre JP, Vero, Diego, Maqui, Lucas, Ivana y Rocío.
Chicos, soy Rocío y fui la encargada de subir al blog para compartir con todos los mails que nos hemos ido enviando conversando un poco acerca de lo que nos acontece... Se que son extensos, pero estaría bueno que cuando tengan un rato los lean... Es una simple invitación. Además estaría bueno conocer otras opiniones...
Abrazo grande!
Acá les mando el trabajo.
Aprovecho para contarle a los coordinadores, y repetirle al grupo, que todavía sigo medio pelotudo por lo fuerte que fue el encuentro de hoy. Chicos, las cervezas me ayudaron a calmarme un poco, pero sigo un medio tensionado, perturbado, no se... Creo que a todos (hablo por los 4 con los que lo compartí) nos pasó lo mismo, el encuentro de esta noche nos afectó demasiado. Pero bueno, evidentemente la clínica no era "democracia" y "buenos modales", parece que a veces es necesario salir hecho concha para poder pensarnos.
Con todo lo que nos movilizó este encuentro y todo lo que nos quedamos hablando después, me gustaría estar en el próximo, más que en cualquier otro. Pero acabo de acordarme que con Lucas tenemos la defensa de la monografía de Psicodiagnostico... lamentablemente no es solo lo que nos gustaría, estamos dentro del dispositivo universitario... por mas que a veces tratemos de negarlo, no?
Bueno gente, nos veremos cuando Dios (o Lunazzi) quiera.
Diego.
Che: tengo tres preguntas, a saber:
a) ¿por qué fue que saliste/salieron tan “hechos concha”?
b) Algunas de estas cuestiones, ¿da para mandarlas por mail a toda la comisión?
c) Me equivoqué, esta no es una pregunta: ¡vayan a la clase de todos modos cuando puedan antes ó después de la defensa de ese trabajo! (insisto en apelar al lugar de soberano que la disciplina me otorga) jp
Me sumo a las preguntas/ganas de Juampi de compartir esto con el resto de la comisión... y quizás poder trabajar algo de "todo lo que movilizó" el encuentro dle miércoles pasado. La idea de la clínica que evidentemente no era "democracia y buenos modales" creo que tiene bastante para trabajar!
Y también me sumo a que vayan el miércoles (y esto sí debe ser para toda la comisión, había varios en esta misma psicodiagnóstica tarea), antes-después-en medio, en los tiempos que puedan hacerse ahí, con psicodiagnósticos y monografías entremezcladas, pero que no dejen de estar.
Vero
Juan Pablo realmente disfruto mucho las clases y me encantaria ir, entiendo tu lugar de soberano, pero todavia me queda una falta para poder utilizar y en caso de ser necesario la voy a utilizar. Pensamos en decirle a la profesora de la monografia que nos tome primero la defensa asi podemos estar en la clase lo antes posible pero no se si eso va a ser posible.
No tengo problemas en compartir estas sensaciones con toda la clase; se trata de distintas afectaciones en cada uno de nosotros. En mi caso me senti muy identificado cuando se dijo que Se habla por hablar y no me gusto darme cuenta que quiza soy uno de ellos. O que en mi necesidad por abrochar algun concepto a lo que a veces acontece en las clases impido cierto dinamismo, o que en las jornadas al atajar un penal a un compañero al que cariñosamente lo nomine como "el hippie" lo que hicimos fue adueñarnos de algo que tenia que seguir corriendo entre todos. Esas cosas me llevaron a no hablar demasiado en la ultima clase, al principio con un poco de bronca frente a esto nuevo que escuchaba, despues me calle para pensar un poco y sigo pensando en que saber hacer no es nada facil y que quiza estas sensaciones sean parte del aprendizaje con el otro. Hasta la proxima.
Lucas
Che, ahora que releo “hechos concha” pienso que tal vez exageré. Pero por algo salió así, es verdad… de todos modos no se si me parece pertinente profundizar mucho en el significante “concha”.
La cuestión es que todos coincidimos en que fue muy movilizante el encuentro (le voy a empezar a decir sesión en cualquier momento), nos dejó pensando mucho, cada uno con su mambo. Pero bueno, voy a hablar por mi. Yo volví a enojarme por lo mismo que la otra vez, pero todo lo que hablamos me sirvió para pensar mi enojo. Juan Pablo, me gustó como describiste el “pacto inconciente” que hicimos entre todos (o entre algunos, no se). Sin dudas yo estuve intentando desmentir que seguíamos dentro del dispositivo universitario y el lugar de “alumno” que ahí debería ocupar. Me enfrentaste a esa desmentida y me enojé; pero la hice conciente, la pensé y ahora estoy mas calmado (ya no te odio). Bien, yo me hago cargo de esta parte que me toca, pero rescato lo del “pacto inconciente” para seguir pensando. Creo que desde el primer momento nos invitaste a salir del lugar de “alumnos” convocandonos como “clínicos” o como “psicólogos”. Al principio no te dimos mucha pelota y seguíamos aferrados a nuestro clásico papel… cito un par de ejemplos (deben leerlos con voz de pelotudo/a): “que quiere la materia?”, “cual es el objetivo?”, “que dice Lewkowicz?”, “Juan Pablo cuál es la forma correcta de intervenir??!!” (esa fue mia, patética)... Estuvimos todo este tiempo en esa posición. Ahora, cuando empezamos a pensar (tal vez a co-pensar) y a pensarnos como clínicos, cuando comenzamos levemente a captar de que carajo se trataba esta propuesta y la convocatoria que nos hacían; ahí nos recordaste que después de todo eramos “alumnos”, vos eras “profesor”, que debíamos ser evaluados y que vos te ibas a encargar de evaluarnos. Está bien, pero la forma en la que lo dijiste dejar ver que a vos tampoco te queda muy como ese lugar (Está de mas aclarar que esta es mi percepción, no?). Yo te noto muy cómodo en tu lugar de coordinador (creo que es lugar de analista, al menos en mi tiene ese efecto), te desenvolvés ahí con una naturalidad y una eficacia, que revela el saber-hacer del que hablábamos. Pero cuando nos recordás (y te recordás) que en el fondo sos un docente universitario, todo esa destreza se va un poco al carajo. Ahí es donde noto cierta agresividad y tensión (“agresividad” en la forma, está claro que no le pegaste a nadie, ni puteaste a nadie). Se te nota (repito, YO te noto) muy distinto cuando tenés que hablar de esto. Evidentemente genera mucha tensión el tema. Yo me enojo y en vos veo esa incomodidad hasta en el cuerpo, en la forma de moverte y de expresarte. El “yo los voy a evaluar” del otro día lo dijiste con una sonriza tirante propia de los docentes que se regocijan en ese lugar de poder. No creo que este sea tu caso, creo mas bien que es la forma de salir rápido del tema. Aunque tampoco descarto la posibilidad de que sea una intervención muy pensada de tu parte, y en ese caso, tuvo sus efectos. Por supuesto que acá se juegan las cuestiones más propias de mi neurosis y como me relaciono yo en transferencia. Pero no voy a exponer detalladamente esta cuestión...seguro que hay algo de resistencia, pero además debería tomarme mucho tiempo para contar toda mi historia, eso lo dejo para mi análisis… Me la veo venir, acá probablemente me digas amarrete (como dijiste el otro día) y este es otro punto donde me calenté (noto que estoy bastante irritable). Aclaro que la locura es mía, porque tenés razón en lo que dijiste, pero voy a tratar de pensar en mi enojo… a ver, nosotros veníamos embaladísimos después de días enteros haciendo el trabajo y muy entusiasmados por lo que había salido. Cuando lo vamos a entregar, nos remarcaste lo que “faltaba”… Bueno, yo todavía no me manejo muy bien con el temita de la falta, en eso estamos, denme tiempo. (Acá puedo hacer un poco de psicoanálisis de ama de casa y posiblemente ahora tenga sentido el “hecho concha”… igual me estoy yendo al carajo y esto ya es “psicoanálisis de Utilísima”).
Bueno, esto es un poco lo que yo pude ir sacando. Parece que hay que seguir pensando para ver como podemos reconciliarnos con el dispositivo universitario y evaluar la posibilidad de hacer clínica ahí adentro... con todas las dificultades y entrecruzamientos de discursos que eso implica.
Con respecto a compartir nuestras experiencias con el resto de la comisión, yo no tengo drama… es mas, creo que es la idea. Pero no me comprometo a hacerlo por mail, porque no me gusta escribir, prefiero hacerlo personalmente.
El miércoles haremos lo posible por estar ahí. Si salimos temprano de la defensa vamos, aunque cortemos el mambo del grupo… antes no me comprometo, porque vamos a estar repasando indicadores de rorschach, que es una de las cosas que mas detesto en la vida… Es una cagada tener que defender algo en lo que no crees, pero eso también es parte de nuestro lugar de “alumnos”.
Nos vemos
Diego.
A la mierdaaa!!! menos mal que no te gusta escribir querido... Impecable, te adoro cuando haces estas cosas. Che de paso te pregunto el F% extendido cuanto tiene que dar para sostener que la muchacha psicosomatica tiene una estructura borderline, border que??? jajajaj
Lucas.
Aprovecho para comentarles que yo también rindo la monografia ... a las 19.30, llegare 10 o 15 tarde nomas... Bueno con respecto a esta catarata de mails que me encontré... que mierda decir?creo que lo que me pasó la ultima clase estaría bueno para empezar.. básicamente me fui enojada de la clase.. de hecho no quise decir nada, porque me pareció un poco como Lucas que "hablaba por hablar" y eso supuestamente pensé que era lo que YO no hacía, es decir, estaba preparada para no hacer el "happening".. bueno me enojé porque me sentí golpeada(y bajada de ese supuesto lugar que habia alcanzado) con un comentario que hizo Juan Pablo algo así como "ah bueno, se ve que ahora no se puede sentir nada acá" por un comentario que yo había echo sobre la cronica de una compañero o algo así, no importa... la cuestión es que me di cuenta lo rápido que le quiero abrochar el sentido a las cosas, lo que me cuesta reflexionar una y otra vez sobre algo.. siempre digo bueno esto ya está, ya aprendí lo que dice Ulloa de la estructura de demora, subjetividad para Bozzolo, capto mis afectaciones...bla bla.. cuando hacíamos el trabajo con los chicos, estaba todo el tiempo con la ansiedad de terminarlo, no dejando un lugar para el placer, los chicos me lo remarcaron un par de veces, no? Nada, son ideas que todavía me gustaría ordenar un poco, ajaj, y ponerles YA un sentido, pero por lo pronto sigo viendo que pasa en este lugar que me puse siempre de supuesta "practicidad". Saludos! Nos vemos!
Maqui
Vamos carajo se enganchó Maqui!!! Esto se está poniendo interesante… Maqui si no era por tu urgencia de sentido, todavía estábamos divagando. Pero nos costó encontrar un ritmo, somos los dos extremos.
Lucas, el F% ext tenés que relacionarlo con C y con FK y también debes tener en cuenta si el sujeto es de piscis o de capricornio y en que luna tiene el ascendente.
Tomo la posta de Ulises y me pregunto por las 2 que estan calladas... bueno, una terminó medio mamada hay que ver si se acuerda algo jaja, pero de todos modos compartan lo que fueron pensando en estos dias.
Diego.
Oh dios! Muchos mails!
Hola a todos!
Personalmente las últimas dos clases fueron movilizantes en varios sentidos, no sé si "Hecha concha" pero me fui con varios sentimientos encontrados.
Una de las clases de las cuales basamos el trabajo, creo que sentí como una división en dos bandos "Los que Hablan" y "Los que no hablan", sentí una tensión, una defensa por parte de la compañera que discutió con Ulises. Y como que apareció el "¿ De Que lado estás?".
Creo que este momento o acontecimiento (como lo hemos considerado) marcó un antes y un despues que se vió reflejado en la última clase, la cual me fui muy movilizada, sentí que con el trabajo en grupo y el "charlar" acerca de la clinica, me puso en una posición de más escucha, quizás porque sentí que en encuentros anteriores mis palabras algunas veces estaban faltas de contenido, quizás ¿Fui una de esas/os que hablé por hablar? Quizás si, quizás no. Nunca lo sabré. Pero en ese momento sentí que mi silencio iba a ser mi mejor decisión. Observé que varios de "Los que hablamos" estuvieron callados, ¿Llamativo no?. También algunos más timidos, se animaron a hablar o simplemente se les "cantó". ¿Llamativo no?
Sentí un poco de enojo, vergüenza, también alegría e incertidumbre. Era como un "piquete" mi cabeza.
Me senti identificada con Maqui con relación a que un comentario mío se tomó y se retomó durante la clase reiteradas veces, cual pinchazo de una piedrita en el zapato... pero no dije nada, ni aclare nada...
Al salir de la clase comencé a expresar todos estos sentimientos que surgieron con los chicos del grupo y la euforia era tal que Lucas propuso continuar la charla acompañados de unas pizzas y una cerveza. Estuve muy comoda, realmente contenta de haber logrado una conexión con los chicos/as del grupo, hablando sobre lo movilizados que estamos con esta materia. Tan movilizados que tomé cerveza y terminé riendo mucho (?)
Debo confesar que esto me dá miedo e incertidumbre, a veces me tiro abajo y busco respuestas que no van a ser contestadas. ¿Seré alguna vez una buena clinica? ¿Tengo vocación? ¿Está mal lo que digo?Bue! Ahi ya se escapa mi neurosis...
Pero retomando...Junto con las pizzas nos hicimos unas cuasi devoluciones entre nosotros, que vimos de cada uno, que prejuicios teniamos y como habiamos cambiando durante este proceso. Fue re loco eso para mi, una novedad!
Bueno, basicamente esta es mi simple visión, espero que se entienda algo ya que mis dedos escribieron más rápido de lo que mi mente puede procesar a estas horas.
Quiero aclarar también que voy a estar presente mañana, que Psicodiagnostico aun no está en mi lista de preoupaciones, lo será el año que viene.
Saludos!
Ivana
Melisa, que manera de atajarte!! Está buenísima la crónica... Es la que mas me gustó hasta el momento, al menos es en la que me sentí más reflejado. Percibí las cosas de la misma manera que vos, aunque yo no capté lo último que dijo Juan Pablo… pero ahora yo también me enojé, justo cuando se me estaba pasando la bronca anterior!!
Saludos
Diego
Por dios!!! Cómo me rei... Me hacen pensar mucho además..., y esta bueno, aunque cueste. Me senti invitada a participar (gracias Die), lo cual no hacia por no saber bien qué decir, por el miedo (producto de mi cuota de enojo) de estar "hablando por hablar" (escribir por escribir).
Personalmente me gustaría comentar un par de cuestiones:
primero: me parece genial que nos estemos escribiendo, me hace pensar un poco en ésto que decia el otro día de que pareciera que los que no hacen la crónica es para no "exponerse" y que ello quede plasmado en una producción escrita abierta a todos..., de hecho, estos mails son entre nosotros nada más... Pero al menos "nos estamos jugando" al escribirlo, y en lo personal creo que esta bueno jugarse.
segundo: también comparto la sensación de Lucas de este "ataque" por parte de JP al decir que algunos "hablan por hablar"..., me senti identificada, (lamentablemente...), y soy conciente de que solita me hice cargo (algo de lo que hablabamos camino a Tulio no Diego??) y creo que por eso no dije nada, para no exponerme al "me hice cargo". Creo que este fue el motivo por el cual me calle varias cosas el último encuentro.
tercero: como nos pasó a varios (Diego fue quien lo verbalizó más creo)... Uuuuhhh, me interrumpieron acá (estoy en el trabajo) y no me acuerdo a que iba... (mmmmmm) Bueno, cuando me acuerde vuelvo sobre esto... AAAAAAHHHHHH, ya me acorde (jajajaja): me quedé molesta por esto que JP dijo, acerca de nuestro egoismo por guardarnos cosas en el trabajo..., y me molestó porque considero que no es que hayamos tenido la intensión de guardarnos algo, sino que lo que no quedó plasmado en el trabajo fue porque no se llegó a registrar. Personalmente, la idea de hacer una crónica del trabajo y presentarla como parte del mismo me parecía genial e intenté varias veces registrar lo que sucedía..., lo cual me resultó imposibleeeeee!!!! Además, si lo hacía me perdía de participar o "hablar por hablar" (se nota que no me gusto el comentario? ajajjaja)...
cuarto: por último..., (por ahora) creo que otro de los motivos por los que me fui mal (no "hecha concha" Ah! Diego, creo que si te interesa profundizar en el significante "concha"jajajaja) es que me sentí algo atacada cuando, luego de corregir "mis dichos" en la crónica anterior, (creo que era la de Alexis), Vero o JP dijo algo así como que no importaba qué se haya dicho o cómo, porque uno cuando hablaba lo "tiraba al grupo" y éste hacía lo que quería con eso. Lo entiendo..., pero creo que no justifica dejarse mal entender... Creo que todos cuando hablamos, más allá de que compartamos algo con el grupo para trabajar con eso o para que el grupo lo tome (o no) y hagan lo que quieran, no esta bueno que te mal interpreten o no se comprendan las palabras... Porque sino es como estar todo el tiempo en un teléfono descompuesto... Ya sé lo que me van a decir, nunca el otro va a entender lo que realmente querés decir..., pero bueno, no sé..., todavía le doy vueltas a mi cabeza y sigue sin convencerme esto de dejarme mal interpretar..., al menos quiero hacer el intento...
Bueno, iba a ser un mail cortito el mio..., jajaja...
En lo personal me encantó haber seguido con "la sesión", como lo quiere llamar Diego, en Tulio, creo que me sirvió mucho un par de intervenciones: puntualmente lo que me marcó Lucas, de que a veces disiento sin pensar bien la justificación..., (creo que muchas veces yo tengo una idea clara en mi cabeza (o yo creo que es clara u obvia para todos), el tema es poder explicarla a los demás... Porque no me considero una mina que este "en contra" por el siemple hecho de estar en la vereda de enfrente...) Gracias Lucas... Y por otro lado, cuando Diego me dijo que a veces yo misma me posiciono en ese lugar creyendo que el otro tb me posiciona allí, y no siempre es así... Igual entiendo que es mi forma de defenderme..., no tolero sentirme vulnerable ante el otro..., cosas de mi historia personal..., y por eso prefiero quedar como alguien con carácter, con fortaleza, que "se la banca sola"... chan..., estoy hablando demasiado... Si quieren hoy a la noche la seguimos... Y si quieren Tulio nos espera chicos!!!!!
Abrazo al mejor grupo de mi carrera..., o al menos uno de los mejores... (no puedo desprestigiar a mi grupo psicopato...)
Ro!
pd: ah, yo voy..., salgo de rendir el parcial de preventiva y voy... (yo la mono la rindo el viernes...) Ah!!!!! JP: ¿porque estabas tan enojado con psicodiagnostico el miércoles pasado??? No lo entendi mucho...
Ulitma de verdad: ¿viste Juan que no somos tan egoistas? Estan saliendo muuuuchas cosas personales e interesantes... (Ayer me junté a estudiar con unas amigas y al hablar de "las clases de psicoterapia II" me dijeron: aaaah, pero ustedes hacen terapia en serio...")
Rocío.
Jajaja me mató el “¿viste Juan que no somos tan egoistas?” jaja o sea, querenos, esto lo pensamos para vos… que terrible transferencia que hicimos!!!
Che pensando un poco en esto del egoismo, y la invitación que nos hicieron Juan Pablo (o el Prof. Catani, depende el momento) y nuestra nunca bien ponderada Verónica, para compartir esto con toda la comisión, se me ocurrió algo. Me parece que no da para mandar este choclo de mails a todos, pienso en los que les chupa un huevo la materia y que te llegue todo esto debe ser un bajón. Pero si quieren podríamos subirlo al blog, poner en una entrada toda esta cadena y el que quiere lo lee. No se, se me ocurrió. No voy a ser yo quien lo suba porque no se hacerlo y me da mucha paja aprender. Pero si algún cibernauta quiere hacerlo, tiene mi autorización. Piensenlonnn
Saludos.
Diego.
uffff cuántas, cuántas cosas! desde ayer que estoy "escribo, no no, mejor no, sí, me siento ahora... mejor no" bueno, así, haciendo honor a estribillo de Las Nunca Bien Ponderadas, dudo dudo dudo! lo que sí es claro es que me convoca a escribir, a pensar, me mueve, "estoy inquieta", le dije anoche a juampi cuando hablamos.
tengo una hojita al lado mío (en realidad un par...) llena de palabras, frases, flechas, círculos, cosas que se me iban ocurriendo cuando los leía, cosas con las que resonaba, cosas que me afectaban, me afectan... que disparaban las ideas para múltiples lados... hacer un mail con todo eso no sólo sería interminable, sino muy probablemente un efectivo despelote muy poco entendible, tal cual el pensamiento cuando está en su punto caramelo, diría nuestro JTP...
una de las cosas que más me convoca, es la disponibilidad que hay en estos mails (digo, en la birra post-práctico de ustedes, y ahora, al escribirlo, al pensarlo, al compartirlo, al "tirarlo al medio" y se esfumen de a poco los nombres, al "exponerse" y correr el riesgo de ser mal interpretado....) a trabajar-se... la porosidad, el estar sensible, vulnerable, el cuerpo vibratil... y poder, sobre esto, hacer movimientos, trabajar esas afectaciones, poder pensar esos enojos, abrir a no abrochar inmediatamente sentido, como dijo Maqui.
Me entusiasma, me mueve, como les decía, y conecto enseguida con el encuentro pasado, y con parte del enojo de Rocío, con el comentario de Juampi sobre el "guardarse para ustedes" las mejores partes.... conecto desde la dificultad de inventar espacios donde poder pensar juntos, desde la bronca que me da que "la facultad se hace afuera" (tantísimas veces lo sostuve, lo sentí como alumna, lo siento ahora, y apuesto fuertemente a hacer algo con eso), desde el estar muy recientemente (y haciéndome bastante la pelotuda, como me lo marcó mi coequiper) como profe y sentir la dificultad de poder pensar ahí, con ustedes, ser alumnos-profes copensores... cómo producir las condiciones para que esto pueda hacerse? qué gestos, como equipo de coordinación hacer-jugar-intentar para poder producir algo de esto? y ahí una dificultad enorme, enfrentarse con las no garantías, efectivamente saber que nada garantiza, que no depende de un gesto, de una intervención, que no está en nosotros saber-poder hacer las condiciones, sino que sólo (y no es poco) podemos apostar, con estos gestos-juegos-intentos a lo que queremos, nos gustaría que pueda pasar... Diego termina su mail con sus ganas de reconciliar el hacer clínica con la universidad, y esa es la apuesta, nuestra apuesta, mi apuesta...
nos vemos a la noche
Vero
A la pelota!!!!... Me llamaba la atención el silencio de Vero, evidentemente no era un silencio desinteresado. En el último encuentro dijiste que a veces necesitas mas tiempo para inetrvenir, era eso… se nota que movilizó… Y me encantó como planteas lo de la apuesta… creo que al menos algo de eso a lo que apuestan está pasando
Vero, como yo no puedo ponerme en soberano y no puedo exigirte nada, te voy a pedir encarecidamente que cuando las ideas se acomoden (cuando salgan de ese “punto caramelo” en el que están), agarres todas esas anotaciones que fuiste haciendo y las compartas con nosotros.
Che y el silencio de Catani?... Usted tiró esta piedra Profesor, no nos esconda ahora la mano
Diego.
Hola a todos! sabemos que hoy varios tienen que rendir la monografía, algunos nos comentaron, se acercaron, y queremos invitarlos a de todas maneras ir... vamos a estar en el práctico de 20 a 22, y queremos que aunque tengamos que inventar formas, entre indicadores, monografías, entradas y salidas, podamos estar hoy....
antes, durante, después, invitados a ir.
Juan y Vero
Che, volví a salir medio “hecho concha” hoy y quería compartirlo… Estoy súper melancólico no?... Estoy hecho un pelotudo en realidad.
La cuestión es que me dio mucha bronca tener que irme del encuentro de hoy. Estaba interesantísimo, veníamos entusiasmadísimos con los mails, lo que se venia hablando me disparaba un montón de cosas… y me llega ese mensaje para irme a “defender” esa sarta de pelotudeces que pusimos en la monografía…. Cuando volvimos, no cacé una de lo que estaba pasando, pero se notaba que estaba buenísimo. Yo la tenía a Vero al lado, la miraba mientras hablaba y estaba re emocionada, movilizada… se notaba, paraba de hablar, respiraba profundo, y volvía a hablar enganchadísima. Llegué cuando estaban hablando de lo público, se ve que Ulises tiro una bomba, pero no la pude escuchar… Yo la miraba a Maqui que estaba cronicando y le decía “copia!!” (no me diste mucha bola igual) con la esperanza de encontrar en las crónicas todo eso que estaba pasando. Pero esta claro que no voy a encontrar “todo”, capaz que encuentro algo y nunca va a ser como estar ahí, experimentándolo. Cuando termina, me acerco medio desesperado a las chicas para preguntarles que había pasado y lo único que me decían era “estuvo buenísimo”. Me desesperaba mas!! “Cuentenme!” repetía, aún mas desesperado. “Natalia dijo algo que estuvo barbaro”, “si, Ulises también”, “me encanto lo que dijo Ivana”… pero que dijeron??!!!... Bueno la cuestión es que, obviamente, nadie pudo reproducirlo textual. Me dio mucha bronca, porque si hay un encuentro que no me quería perder era este. Pero me lo perdí…
La cosa es que ahora llego a casa fusilado (labure mucho, lei toda la tarde indicadores de Rorschach), re caliente por lo que me perdí… me tiré en la cama y empecé a maquinar. Me quede conectado con lo que dijo Marianela, la cabeza me dio mil vueltas. Ella contaba que la experiencia ya la aburre, como que ya no le sirve. A mi me pasa todo lo contrario, no solo que no me aburre, si no que le estoy sacando mas jugo que nunca. Estoy aprendiendo como nunca, y cuando digo esto, no me refiero solo a los encuentros anteriores, si no a todas las materias y experiencias de formación previa. En ningún lugar aprendí ni experimenté todo esto. Y este es el punto donde vuelvo a “hacerme concha”… a ver si puedo explicar por que…
Como buen obsesivo que soy siempre me adelanto a todo lo malo que puede venir. El haberme perdido el encuentro de hoy, y saber que eso es irrecuperable, me llevó a pensar que todo esto se va a terminar… y muy pronto. Pronto en el tiempo y pronto para mi. Como les contaba, creo que recién ahora estoy conectando realmente con esta experiencia y le estoy sacando el jugo. El hecho de pensar que en pocos encuentros más se termina, me pone para la mierda. No solo por la cuestión melancólica de extrañar los lazos afectivos que construí, que son reales; sino, sobre todo, como instancia de formación… Uno puede pensarse en su análisis o terapia, puede hacer seminarios de capacitación clínica, puede leer muchos libros. Pero esto que estamos haciendo acá creo que no se va a repetir. Y creo también que todavía me falta muchísimo por aprender; como dije antes, recién empiezo a sacarle el jugo a esta experiencia, necesitaría que no se termine. Pero se va a terminar…
En este punto se me produce un choque de subjetividades, como le pasa a Juan Pablo, pero al revés. La subjetividad de “alumno” que me habita (en realidad se podría pensar como de “anti-alumno”) me hace mucho ruido en este momento… YO me pongo mal porque se termina una materia? A MI me gustaría seguir??... en fin, me convertí en el nerd que nunca quise ser??... parece que en este caso si... eso si, les pido discreción, porque hay que volver al barrio y no da que todo el mundo sepa que uno se anda angustiando porque las materias se terminan… uno tiene una imagen que sostener, sepan entender.
Bueno, esto es un poco lo que me esta pasando y necesitaba compartirlo con ustedes… si es que alguno llegó a leer hasta acá. Disculpen, se hizo largo… y me parece que ya me estoy poniendo basssstante pesado con los mails.
A los que hayan llegado les mando un abrazo… y si por casualidad Juan Pablo vos sos uno de los que llegó, te recuerdo que mandes el mail con la Bibliografía (hayyy que Nerd que soy!! Estoy pidiendo bibliografía!!... “Decí por Dios qué me has dado que estoy tan cambiado no se mas quien soy…”)
Diego.
Abrazo grande!
Acá les mando el trabajo.
Aprovecho para contarle a los coordinadores, y repetirle al grupo, que todavía sigo medio pelotudo por lo fuerte que fue el encuentro de hoy. Chicos, las cervezas me ayudaron a calmarme un poco, pero sigo un medio tensionado, perturbado, no se... Creo que a todos (hablo por los 4 con los que lo compartí) nos pasó lo mismo, el encuentro de esta noche nos afectó demasiado. Pero bueno, evidentemente la clínica no era "democracia" y "buenos modales", parece que a veces es necesario salir hecho concha para poder pensarnos.
Con todo lo que nos movilizó este encuentro y todo lo que nos quedamos hablando después, me gustaría estar en el próximo, más que en cualquier otro. Pero acabo de acordarme que con Lucas tenemos la defensa de la monografía de Psicodiagnostico... lamentablemente no es solo lo que nos gustaría, estamos dentro del dispositivo universitario... por mas que a veces tratemos de negarlo, no?
Bueno gente, nos veremos cuando Dios (o Lunazzi) quiera.
Diego.
Che: tengo tres preguntas, a saber:
a) ¿por qué fue que saliste/salieron tan “hechos concha”?
b) Algunas de estas cuestiones, ¿da para mandarlas por mail a toda la comisión?
c) Me equivoqué, esta no es una pregunta: ¡vayan a la clase de todos modos cuando puedan antes ó después de la defensa de ese trabajo! (insisto en apelar al lugar de soberano que la disciplina me otorga) jp
Me sumo a las preguntas/ganas de Juampi de compartir esto con el resto de la comisión... y quizás poder trabajar algo de "todo lo que movilizó" el encuentro dle miércoles pasado. La idea de la clínica que evidentemente no era "democracia y buenos modales" creo que tiene bastante para trabajar!
Y también me sumo a que vayan el miércoles (y esto sí debe ser para toda la comisión, había varios en esta misma psicodiagnóstica tarea), antes-después-en medio, en los tiempos que puedan hacerse ahí, con psicodiagnósticos y monografías entremezcladas, pero que no dejen de estar.
Vero
Juan Pablo realmente disfruto mucho las clases y me encantaria ir, entiendo tu lugar de soberano, pero todavia me queda una falta para poder utilizar y en caso de ser necesario la voy a utilizar. Pensamos en decirle a la profesora de la monografia que nos tome primero la defensa asi podemos estar en la clase lo antes posible pero no se si eso va a ser posible.
No tengo problemas en compartir estas sensaciones con toda la clase; se trata de distintas afectaciones en cada uno de nosotros. En mi caso me senti muy identificado cuando se dijo que Se habla por hablar y no me gusto darme cuenta que quiza soy uno de ellos. O que en mi necesidad por abrochar algun concepto a lo que a veces acontece en las clases impido cierto dinamismo, o que en las jornadas al atajar un penal a un compañero al que cariñosamente lo nomine como "el hippie" lo que hicimos fue adueñarnos de algo que tenia que seguir corriendo entre todos. Esas cosas me llevaron a no hablar demasiado en la ultima clase, al principio con un poco de bronca frente a esto nuevo que escuchaba, despues me calle para pensar un poco y sigo pensando en que saber hacer no es nada facil y que quiza estas sensaciones sean parte del aprendizaje con el otro. Hasta la proxima.
Lucas
Che, ahora que releo “hechos concha” pienso que tal vez exageré. Pero por algo salió así, es verdad… de todos modos no se si me parece pertinente profundizar mucho en el significante “concha”.
La cuestión es que todos coincidimos en que fue muy movilizante el encuentro (le voy a empezar a decir sesión en cualquier momento), nos dejó pensando mucho, cada uno con su mambo. Pero bueno, voy a hablar por mi. Yo volví a enojarme por lo mismo que la otra vez, pero todo lo que hablamos me sirvió para pensar mi enojo. Juan Pablo, me gustó como describiste el “pacto inconciente” que hicimos entre todos (o entre algunos, no se). Sin dudas yo estuve intentando desmentir que seguíamos dentro del dispositivo universitario y el lugar de “alumno” que ahí debería ocupar. Me enfrentaste a esa desmentida y me enojé; pero la hice conciente, la pensé y ahora estoy mas calmado (ya no te odio). Bien, yo me hago cargo de esta parte que me toca, pero rescato lo del “pacto inconciente” para seguir pensando. Creo que desde el primer momento nos invitaste a salir del lugar de “alumnos” convocandonos como “clínicos” o como “psicólogos”. Al principio no te dimos mucha pelota y seguíamos aferrados a nuestro clásico papel… cito un par de ejemplos (deben leerlos con voz de pelotudo/a): “que quiere la materia?”, “cual es el objetivo?”, “que dice Lewkowicz?”, “Juan Pablo cuál es la forma correcta de intervenir??!!” (esa fue mia, patética)... Estuvimos todo este tiempo en esa posición. Ahora, cuando empezamos a pensar (tal vez a co-pensar) y a pensarnos como clínicos, cuando comenzamos levemente a captar de que carajo se trataba esta propuesta y la convocatoria que nos hacían; ahí nos recordaste que después de todo eramos “alumnos”, vos eras “profesor”, que debíamos ser evaluados y que vos te ibas a encargar de evaluarnos. Está bien, pero la forma en la que lo dijiste dejar ver que a vos tampoco te queda muy como ese lugar (Está de mas aclarar que esta es mi percepción, no?). Yo te noto muy cómodo en tu lugar de coordinador (creo que es lugar de analista, al menos en mi tiene ese efecto), te desenvolvés ahí con una naturalidad y una eficacia, que revela el saber-hacer del que hablábamos. Pero cuando nos recordás (y te recordás) que en el fondo sos un docente universitario, todo esa destreza se va un poco al carajo. Ahí es donde noto cierta agresividad y tensión (“agresividad” en la forma, está claro que no le pegaste a nadie, ni puteaste a nadie). Se te nota (repito, YO te noto) muy distinto cuando tenés que hablar de esto. Evidentemente genera mucha tensión el tema. Yo me enojo y en vos veo esa incomodidad hasta en el cuerpo, en la forma de moverte y de expresarte. El “yo los voy a evaluar” del otro día lo dijiste con una sonriza tirante propia de los docentes que se regocijan en ese lugar de poder. No creo que este sea tu caso, creo mas bien que es la forma de salir rápido del tema. Aunque tampoco descarto la posibilidad de que sea una intervención muy pensada de tu parte, y en ese caso, tuvo sus efectos. Por supuesto que acá se juegan las cuestiones más propias de mi neurosis y como me relaciono yo en transferencia. Pero no voy a exponer detalladamente esta cuestión...seguro que hay algo de resistencia, pero además debería tomarme mucho tiempo para contar toda mi historia, eso lo dejo para mi análisis… Me la veo venir, acá probablemente me digas amarrete (como dijiste el otro día) y este es otro punto donde me calenté (noto que estoy bastante irritable). Aclaro que la locura es mía, porque tenés razón en lo que dijiste, pero voy a tratar de pensar en mi enojo… a ver, nosotros veníamos embaladísimos después de días enteros haciendo el trabajo y muy entusiasmados por lo que había salido. Cuando lo vamos a entregar, nos remarcaste lo que “faltaba”… Bueno, yo todavía no me manejo muy bien con el temita de la falta, en eso estamos, denme tiempo. (Acá puedo hacer un poco de psicoanálisis de ama de casa y posiblemente ahora tenga sentido el “hecho concha”… igual me estoy yendo al carajo y esto ya es “psicoanálisis de Utilísima”).
Bueno, esto es un poco lo que yo pude ir sacando. Parece que hay que seguir pensando para ver como podemos reconciliarnos con el dispositivo universitario y evaluar la posibilidad de hacer clínica ahí adentro... con todas las dificultades y entrecruzamientos de discursos que eso implica.
Con respecto a compartir nuestras experiencias con el resto de la comisión, yo no tengo drama… es mas, creo que es la idea. Pero no me comprometo a hacerlo por mail, porque no me gusta escribir, prefiero hacerlo personalmente.
El miércoles haremos lo posible por estar ahí. Si salimos temprano de la defensa vamos, aunque cortemos el mambo del grupo… antes no me comprometo, porque vamos a estar repasando indicadores de rorschach, que es una de las cosas que mas detesto en la vida… Es una cagada tener que defender algo en lo que no crees, pero eso también es parte de nuestro lugar de “alumnos”.
Nos vemos
Diego.
A la mierdaaa!!! menos mal que no te gusta escribir querido... Impecable, te adoro cuando haces estas cosas. Che de paso te pregunto el F% extendido cuanto tiene que dar para sostener que la muchacha psicosomatica tiene una estructura borderline, border que??? jajajaj
Lucas.
Aprovecho para comentarles que yo también rindo la monografia ... a las 19.30, llegare 10 o 15 tarde nomas... Bueno con respecto a esta catarata de mails que me encontré... que mierda decir?creo que lo que me pasó la ultima clase estaría bueno para empezar.. básicamente me fui enojada de la clase.. de hecho no quise decir nada, porque me pareció un poco como Lucas que "hablaba por hablar" y eso supuestamente pensé que era lo que YO no hacía, es decir, estaba preparada para no hacer el "happening".. bueno me enojé porque me sentí golpeada(y bajada de ese supuesto lugar que habia alcanzado) con un comentario que hizo Juan Pablo algo así como "ah bueno, se ve que ahora no se puede sentir nada acá" por un comentario que yo había echo sobre la cronica de una compañero o algo así, no importa... la cuestión es que me di cuenta lo rápido que le quiero abrochar el sentido a las cosas, lo que me cuesta reflexionar una y otra vez sobre algo.. siempre digo bueno esto ya está, ya aprendí lo que dice Ulloa de la estructura de demora, subjetividad para Bozzolo, capto mis afectaciones...bla bla.. cuando hacíamos el trabajo con los chicos, estaba todo el tiempo con la ansiedad de terminarlo, no dejando un lugar para el placer, los chicos me lo remarcaron un par de veces, no? Nada, son ideas que todavía me gustaría ordenar un poco, ajaj, y ponerles YA un sentido, pero por lo pronto sigo viendo que pasa en este lugar que me puse siempre de supuesta "practicidad". Saludos! Nos vemos!
Maqui
Vamos carajo se enganchó Maqui!!! Esto se está poniendo interesante… Maqui si no era por tu urgencia de sentido, todavía estábamos divagando. Pero nos costó encontrar un ritmo, somos los dos extremos.
Lucas, el F% ext tenés que relacionarlo con C y con FK y también debes tener en cuenta si el sujeto es de piscis o de capricornio y en que luna tiene el ascendente.
Tomo la posta de Ulises y me pregunto por las 2 que estan calladas... bueno, una terminó medio mamada hay que ver si se acuerda algo jaja, pero de todos modos compartan lo que fueron pensando en estos dias.
Diego.
Oh dios! Muchos mails!
Hola a todos!
Personalmente las últimas dos clases fueron movilizantes en varios sentidos, no sé si "Hecha concha" pero me fui con varios sentimientos encontrados.
Una de las clases de las cuales basamos el trabajo, creo que sentí como una división en dos bandos "Los que Hablan" y "Los que no hablan", sentí una tensión, una defensa por parte de la compañera que discutió con Ulises. Y como que apareció el "¿ De Que lado estás?".
Creo que este momento o acontecimiento (como lo hemos considerado) marcó un antes y un despues que se vió reflejado en la última clase, la cual me fui muy movilizada, sentí que con el trabajo en grupo y el "charlar" acerca de la clinica, me puso en una posición de más escucha, quizás porque sentí que en encuentros anteriores mis palabras algunas veces estaban faltas de contenido, quizás ¿Fui una de esas/os que hablé por hablar? Quizás si, quizás no. Nunca lo sabré. Pero en ese momento sentí que mi silencio iba a ser mi mejor decisión. Observé que varios de "Los que hablamos" estuvieron callados, ¿Llamativo no?. También algunos más timidos, se animaron a hablar o simplemente se les "cantó". ¿Llamativo no?
Sentí un poco de enojo, vergüenza, también alegría e incertidumbre. Era como un "piquete" mi cabeza.
Me senti identificada con Maqui con relación a que un comentario mío se tomó y se retomó durante la clase reiteradas veces, cual pinchazo de una piedrita en el zapato... pero no dije nada, ni aclare nada...
Al salir de la clase comencé a expresar todos estos sentimientos que surgieron con los chicos del grupo y la euforia era tal que Lucas propuso continuar la charla acompañados de unas pizzas y una cerveza. Estuve muy comoda, realmente contenta de haber logrado una conexión con los chicos/as del grupo, hablando sobre lo movilizados que estamos con esta materia. Tan movilizados que tomé cerveza y terminé riendo mucho (?)
Debo confesar que esto me dá miedo e incertidumbre, a veces me tiro abajo y busco respuestas que no van a ser contestadas. ¿Seré alguna vez una buena clinica? ¿Tengo vocación? ¿Está mal lo que digo?Bue! Ahi ya se escapa mi neurosis...
Pero retomando...Junto con las pizzas nos hicimos unas cuasi devoluciones entre nosotros, que vimos de cada uno, que prejuicios teniamos y como habiamos cambiando durante este proceso. Fue re loco eso para mi, una novedad!
Bueno, basicamente esta es mi simple visión, espero que se entienda algo ya que mis dedos escribieron más rápido de lo que mi mente puede procesar a estas horas.
Quiero aclarar también que voy a estar presente mañana, que Psicodiagnostico aun no está en mi lista de preoupaciones, lo será el año que viene.
Saludos!
Ivana
Melisa, que manera de atajarte!! Está buenísima la crónica... Es la que mas me gustó hasta el momento, al menos es en la que me sentí más reflejado. Percibí las cosas de la misma manera que vos, aunque yo no capté lo último que dijo Juan Pablo… pero ahora yo también me enojé, justo cuando se me estaba pasando la bronca anterior!!
Saludos
Diego
Por dios!!! Cómo me rei... Me hacen pensar mucho además..., y esta bueno, aunque cueste. Me senti invitada a participar (gracias Die), lo cual no hacia por no saber bien qué decir, por el miedo (producto de mi cuota de enojo) de estar "hablando por hablar" (escribir por escribir).
Personalmente me gustaría comentar un par de cuestiones:
primero: me parece genial que nos estemos escribiendo, me hace pensar un poco en ésto que decia el otro día de que pareciera que los que no hacen la crónica es para no "exponerse" y que ello quede plasmado en una producción escrita abierta a todos..., de hecho, estos mails son entre nosotros nada más... Pero al menos "nos estamos jugando" al escribirlo, y en lo personal creo que esta bueno jugarse.
segundo: también comparto la sensación de Lucas de este "ataque" por parte de JP al decir que algunos "hablan por hablar"..., me senti identificada, (lamentablemente...), y soy conciente de que solita me hice cargo (algo de lo que hablabamos camino a Tulio no Diego??) y creo que por eso no dije nada, para no exponerme al "me hice cargo". Creo que este fue el motivo por el cual me calle varias cosas el último encuentro.
tercero: como nos pasó a varios (Diego fue quien lo verbalizó más creo)... Uuuuhhh, me interrumpieron acá (estoy en el trabajo) y no me acuerdo a que iba... (mmmmmm) Bueno, cuando me acuerde vuelvo sobre esto... AAAAAAHHHHHH, ya me acorde (jajajaja): me quedé molesta por esto que JP dijo, acerca de nuestro egoismo por guardarnos cosas en el trabajo..., y me molestó porque considero que no es que hayamos tenido la intensión de guardarnos algo, sino que lo que no quedó plasmado en el trabajo fue porque no se llegó a registrar. Personalmente, la idea de hacer una crónica del trabajo y presentarla como parte del mismo me parecía genial e intenté varias veces registrar lo que sucedía..., lo cual me resultó imposibleeeeee!!!! Además, si lo hacía me perdía de participar o "hablar por hablar" (se nota que no me gusto el comentario? ajajjaja)...
cuarto: por último..., (por ahora) creo que otro de los motivos por los que me fui mal (no "hecha concha" Ah! Diego, creo que si te interesa profundizar en el significante "concha"jajajaja) es que me sentí algo atacada cuando, luego de corregir "mis dichos" en la crónica anterior, (creo que era la de Alexis), Vero o JP dijo algo así como que no importaba qué se haya dicho o cómo, porque uno cuando hablaba lo "tiraba al grupo" y éste hacía lo que quería con eso. Lo entiendo..., pero creo que no justifica dejarse mal entender... Creo que todos cuando hablamos, más allá de que compartamos algo con el grupo para trabajar con eso o para que el grupo lo tome (o no) y hagan lo que quieran, no esta bueno que te mal interpreten o no se comprendan las palabras... Porque sino es como estar todo el tiempo en un teléfono descompuesto... Ya sé lo que me van a decir, nunca el otro va a entender lo que realmente querés decir..., pero bueno, no sé..., todavía le doy vueltas a mi cabeza y sigue sin convencerme esto de dejarme mal interpretar..., al menos quiero hacer el intento...
Bueno, iba a ser un mail cortito el mio..., jajaja...
En lo personal me encantó haber seguido con "la sesión", como lo quiere llamar Diego, en Tulio, creo que me sirvió mucho un par de intervenciones: puntualmente lo que me marcó Lucas, de que a veces disiento sin pensar bien la justificación..., (creo que muchas veces yo tengo una idea clara en mi cabeza (o yo creo que es clara u obvia para todos), el tema es poder explicarla a los demás... Porque no me considero una mina que este "en contra" por el siemple hecho de estar en la vereda de enfrente...) Gracias Lucas... Y por otro lado, cuando Diego me dijo que a veces yo misma me posiciono en ese lugar creyendo que el otro tb me posiciona allí, y no siempre es así... Igual entiendo que es mi forma de defenderme..., no tolero sentirme vulnerable ante el otro..., cosas de mi historia personal..., y por eso prefiero quedar como alguien con carácter, con fortaleza, que "se la banca sola"... chan..., estoy hablando demasiado... Si quieren hoy a la noche la seguimos... Y si quieren Tulio nos espera chicos!!!!!
Abrazo al mejor grupo de mi carrera..., o al menos uno de los mejores... (no puedo desprestigiar a mi grupo psicopato...)
Ro!
pd: ah, yo voy..., salgo de rendir el parcial de preventiva y voy... (yo la mono la rindo el viernes...) Ah!!!!! JP: ¿porque estabas tan enojado con psicodiagnostico el miércoles pasado??? No lo entendi mucho...
Ulitma de verdad: ¿viste Juan que no somos tan egoistas? Estan saliendo muuuuchas cosas personales e interesantes... (Ayer me junté a estudiar con unas amigas y al hablar de "las clases de psicoterapia II" me dijeron: aaaah, pero ustedes hacen terapia en serio...")
Rocío.
Jajaja me mató el “¿viste Juan que no somos tan egoistas?” jaja o sea, querenos, esto lo pensamos para vos… que terrible transferencia que hicimos!!!
Che pensando un poco en esto del egoismo, y la invitación que nos hicieron Juan Pablo (o el Prof. Catani, depende el momento) y nuestra nunca bien ponderada Verónica, para compartir esto con toda la comisión, se me ocurrió algo. Me parece que no da para mandar este choclo de mails a todos, pienso en los que les chupa un huevo la materia y que te llegue todo esto debe ser un bajón. Pero si quieren podríamos subirlo al blog, poner en una entrada toda esta cadena y el que quiere lo lee. No se, se me ocurrió. No voy a ser yo quien lo suba porque no se hacerlo y me da mucha paja aprender. Pero si algún cibernauta quiere hacerlo, tiene mi autorización. Piensenlonnn
Saludos.
Diego.
uffff cuántas, cuántas cosas! desde ayer que estoy "escribo, no no, mejor no, sí, me siento ahora... mejor no" bueno, así, haciendo honor a estribillo de Las Nunca Bien Ponderadas, dudo dudo dudo! lo que sí es claro es que me convoca a escribir, a pensar, me mueve, "estoy inquieta", le dije anoche a juampi cuando hablamos.
tengo una hojita al lado mío (en realidad un par...) llena de palabras, frases, flechas, círculos, cosas que se me iban ocurriendo cuando los leía, cosas con las que resonaba, cosas que me afectaban, me afectan... que disparaban las ideas para múltiples lados... hacer un mail con todo eso no sólo sería interminable, sino muy probablemente un efectivo despelote muy poco entendible, tal cual el pensamiento cuando está en su punto caramelo, diría nuestro JTP...
una de las cosas que más me convoca, es la disponibilidad que hay en estos mails (digo, en la birra post-práctico de ustedes, y ahora, al escribirlo, al pensarlo, al compartirlo, al "tirarlo al medio" y se esfumen de a poco los nombres, al "exponerse" y correr el riesgo de ser mal interpretado....) a trabajar-se... la porosidad, el estar sensible, vulnerable, el cuerpo vibratil... y poder, sobre esto, hacer movimientos, trabajar esas afectaciones, poder pensar esos enojos, abrir a no abrochar inmediatamente sentido, como dijo Maqui.
Me entusiasma, me mueve, como les decía, y conecto enseguida con el encuentro pasado, y con parte del enojo de Rocío, con el comentario de Juampi sobre el "guardarse para ustedes" las mejores partes.... conecto desde la dificultad de inventar espacios donde poder pensar juntos, desde la bronca que me da que "la facultad se hace afuera" (tantísimas veces lo sostuve, lo sentí como alumna, lo siento ahora, y apuesto fuertemente a hacer algo con eso), desde el estar muy recientemente (y haciéndome bastante la pelotuda, como me lo marcó mi coequiper) como profe y sentir la dificultad de poder pensar ahí, con ustedes, ser alumnos-profes copensores... cómo producir las condiciones para que esto pueda hacerse? qué gestos, como equipo de coordinación hacer-jugar-intentar para poder producir algo de esto? y ahí una dificultad enorme, enfrentarse con las no garantías, efectivamente saber que nada garantiza, que no depende de un gesto, de una intervención, que no está en nosotros saber-poder hacer las condiciones, sino que sólo (y no es poco) podemos apostar, con estos gestos-juegos-intentos a lo que queremos, nos gustaría que pueda pasar... Diego termina su mail con sus ganas de reconciliar el hacer clínica con la universidad, y esa es la apuesta, nuestra apuesta, mi apuesta...
nos vemos a la noche
Vero
A la pelota!!!!... Me llamaba la atención el silencio de Vero, evidentemente no era un silencio desinteresado. En el último encuentro dijiste que a veces necesitas mas tiempo para inetrvenir, era eso… se nota que movilizó… Y me encantó como planteas lo de la apuesta… creo que al menos algo de eso a lo que apuestan está pasando
Vero, como yo no puedo ponerme en soberano y no puedo exigirte nada, te voy a pedir encarecidamente que cuando las ideas se acomoden (cuando salgan de ese “punto caramelo” en el que están), agarres todas esas anotaciones que fuiste haciendo y las compartas con nosotros.
Che y el silencio de Catani?... Usted tiró esta piedra Profesor, no nos esconda ahora la mano
Diego.
Hola a todos! sabemos que hoy varios tienen que rendir la monografía, algunos nos comentaron, se acercaron, y queremos invitarlos a de todas maneras ir... vamos a estar en el práctico de 20 a 22, y queremos que aunque tengamos que inventar formas, entre indicadores, monografías, entradas y salidas, podamos estar hoy....
antes, durante, después, invitados a ir.
Juan y Vero
Che, volví a salir medio “hecho concha” hoy y quería compartirlo… Estoy súper melancólico no?... Estoy hecho un pelotudo en realidad.
La cuestión es que me dio mucha bronca tener que irme del encuentro de hoy. Estaba interesantísimo, veníamos entusiasmadísimos con los mails, lo que se venia hablando me disparaba un montón de cosas… y me llega ese mensaje para irme a “defender” esa sarta de pelotudeces que pusimos en la monografía…. Cuando volvimos, no cacé una de lo que estaba pasando, pero se notaba que estaba buenísimo. Yo la tenía a Vero al lado, la miraba mientras hablaba y estaba re emocionada, movilizada… se notaba, paraba de hablar, respiraba profundo, y volvía a hablar enganchadísima. Llegué cuando estaban hablando de lo público, se ve que Ulises tiro una bomba, pero no la pude escuchar… Yo la miraba a Maqui que estaba cronicando y le decía “copia!!” (no me diste mucha bola igual) con la esperanza de encontrar en las crónicas todo eso que estaba pasando. Pero esta claro que no voy a encontrar “todo”, capaz que encuentro algo y nunca va a ser como estar ahí, experimentándolo. Cuando termina, me acerco medio desesperado a las chicas para preguntarles que había pasado y lo único que me decían era “estuvo buenísimo”. Me desesperaba mas!! “Cuentenme!” repetía, aún mas desesperado. “Natalia dijo algo que estuvo barbaro”, “si, Ulises también”, “me encanto lo que dijo Ivana”… pero que dijeron??!!!... Bueno la cuestión es que, obviamente, nadie pudo reproducirlo textual. Me dio mucha bronca, porque si hay un encuentro que no me quería perder era este. Pero me lo perdí…
La cosa es que ahora llego a casa fusilado (labure mucho, lei toda la tarde indicadores de Rorschach), re caliente por lo que me perdí… me tiré en la cama y empecé a maquinar. Me quede conectado con lo que dijo Marianela, la cabeza me dio mil vueltas. Ella contaba que la experiencia ya la aburre, como que ya no le sirve. A mi me pasa todo lo contrario, no solo que no me aburre, si no que le estoy sacando mas jugo que nunca. Estoy aprendiendo como nunca, y cuando digo esto, no me refiero solo a los encuentros anteriores, si no a todas las materias y experiencias de formación previa. En ningún lugar aprendí ni experimenté todo esto. Y este es el punto donde vuelvo a “hacerme concha”… a ver si puedo explicar por que…
Como buen obsesivo que soy siempre me adelanto a todo lo malo que puede venir. El haberme perdido el encuentro de hoy, y saber que eso es irrecuperable, me llevó a pensar que todo esto se va a terminar… y muy pronto. Pronto en el tiempo y pronto para mi. Como les contaba, creo que recién ahora estoy conectando realmente con esta experiencia y le estoy sacando el jugo. El hecho de pensar que en pocos encuentros más se termina, me pone para la mierda. No solo por la cuestión melancólica de extrañar los lazos afectivos que construí, que son reales; sino, sobre todo, como instancia de formación… Uno puede pensarse en su análisis o terapia, puede hacer seminarios de capacitación clínica, puede leer muchos libros. Pero esto que estamos haciendo acá creo que no se va a repetir. Y creo también que todavía me falta muchísimo por aprender; como dije antes, recién empiezo a sacarle el jugo a esta experiencia, necesitaría que no se termine. Pero se va a terminar…
En este punto se me produce un choque de subjetividades, como le pasa a Juan Pablo, pero al revés. La subjetividad de “alumno” que me habita (en realidad se podría pensar como de “anti-alumno”) me hace mucho ruido en este momento… YO me pongo mal porque se termina una materia? A MI me gustaría seguir??... en fin, me convertí en el nerd que nunca quise ser??... parece que en este caso si... eso si, les pido discreción, porque hay que volver al barrio y no da que todo el mundo sepa que uno se anda angustiando porque las materias se terminan… uno tiene una imagen que sostener, sepan entender.
Bueno, esto es un poco lo que me esta pasando y necesitaba compartirlo con ustedes… si es que alguno llegó a leer hasta acá. Disculpen, se hizo largo… y me parece que ya me estoy poniendo basssstante pesado con los mails.
A los que hayan llegado les mando un abrazo… y si por casualidad Juan Pablo vos sos uno de los que llegó, te recuerdo que mandes el mail con la Bibliografía (hayyy que Nerd que soy!! Estoy pidiendo bibliografía!!... “Decí por Dios qué me has dado que estoy tan cambiado no se mas quien soy…”)
Diego.
miércoles, 13 de octubre de 2010
Crónica Nº 6
Melisa Morales
6/10/10
Casi todos a medida que entrabamos íbamos dejándole a Juan Pablo nuestro trabajo. No recuerdo muy bien con que tema se inicio la clase. Yo estaba bastante distraída así que me propuse a mi misma ir haciendo anotaciones de lo que se hablaba en la clase creyendo que eso me iba a hacer prestar más atención. Juan Pablo preguntó quienes serían los cronistas de la clase generándose silencio y cruce de miradas, cuestión que sucede con frecuencia cuando se habla de este tema. Así comenzaron varios compañeros a opinar acerca de su experiencia como cronistas. Ornela comentó que a ella le resultó más placentero escribir que hablar en clase. Otra compañera (no recuerdo el nombre) lo relacionó con la capacidad de escucha y de hacer un registro clínico (me gusto esta idea). También se hablo de lo que se guarda el que hace la crónica y Verónica menciona que nuevamente tiene la sensación de estar vendiendo la crónica, los que hablan son los que ya la realizaron. Hasta ahora nadie se había ofrecido a hacerla. En este momento, creo que de una manera bastante espontánea, dos compañeras Melisa y Silvina se ofrecen como cronistas. A ellas me uno yo, otra Melisa, ya que tenía algún apunte de lo que se venía hablando. Melisa comenta que suele escribir lento y que espera poder tomar registro de lo que se habla. Yo pregunto si, a pesar de ser la cronista, me puedo retirar antes porque tomo el tren de las 22 horas. Luego de todo esto por fin se termina el engorroso tema de la crónica. Juan Pablo comenta que parece ser que sí estaban vendiendo la crónica y que es extraño que se diga que los cronistas son los que están expuestos al dejar algo escrito cuando justamente en esta clase todos estábamos dejando una producción escrita. ¿Tendrá algo que ver? se pregunta. Así se inicia el tema de cómo nos fue con los trabajos.
Natalia nos dice que les fue difícil arrancar y que, finalmente, decidieron arrancar por un eje, sabiendo que luego surgirían otros. El eje que tomaron fue el silencio. (Juan Pablo se levanta a buscar un mate) Lucas, muy contento, dice que a ellos les pareció genial y que les dió ganas de hacer una crónica de lo que pasaba durante la realización del trabajo. Diego también comenta que la experiencia estuvo muy buena y que no la busquen en el papel (risas). Juan Pablo, sin embargo, dice que espera encontrar todo en el trabajo. Magdalena, Ivana y Rocío (quienes están en el grupo con los chicos) también nos cuentan lo interesante y divertida que les pareció la experiencia. Verónica nos comenta que fue a una presentación de un libro en el cual en vez de editarse lo que el autor había escrito se editaron los comentarios en el margen que iba haciendo mientras escribía. Siguen hablando de la experiencia.
Diego en este momento interrumpe y, acto seguido, pregunta si alguien más quiere hablar porque ahora se da cuenta que interrumpe. Surgen algunas risas. Nos cuenta que en la última clase le había dado bronca que Juan Pablo mencionara el volver a lo disciplinario. Comenta que no le gustaba la idea de volver a lo disciplinario para que hagamos las cosas pero que, en sí, esto es lo que lo había llevado a leer. Juan Pablo se interesa por esto y dice que lo llena de preguntas, que sorprende la obligación de cronicar o el instructivo del parcial, “parece que estamos desmintiendo lo que hay de disciplina” (cita no textual), el no poder salir del aula, el tener que pedir permiso para retirarse antes, las notas. Ro (la número 5) opina que esta es la diferencia que ve con las otras materias (interrumpe el grupo que faltaba, ruidos, se acomodan). Continúa Ro, habla de que en su crónica puso tres veces que no le había gustado que la obligaran a hacerla, y que esto lo escribió porque sintió que esta materia la daba la posibilidad de opinar cuando en otros casos no lo hubiera escrito. Acá aclara “ah, y Carlos es Diego”. “Charly para vos”, contesta Diego. Muchas risas, me pierdo un poco porque recordé como la habíamos cargado durante la semana por eso. Juan Pablo pregunta si nos habían parecido muy fuertes sus comentarios y varios comentan sobre el tema. Magdalena la llamaba la crónica de la enojada y otros chicos (creo que el grupo que hizo la crónica numero 2) dicen que a ellos les había gustado.
En este momento, Juan Pablo hace unos comentarios sobre esta cuestión que surgió de cuidar a los demás al escribir y Verónica habla del tema de poner o no poner algo, de hacer como si no estuviera. Me pierdo un poco, me doy cuenta que me había olvidado de que tenía que prestar atención y anotar! Algo que registre y me gusto fue que Juan Pablo dijo “pudimos hacer un espacio donde se puede decir ¡esto me hincho las pelotas!” a lo que Diego agrega que no es solo un espacio de catarsis sino que podemos hablar, un paso más de la bronca.
Se produce un pequeño silencio y Juan Pablo propone leer una crónica, hablan acerca de la crónica de Alexis y lo invitan a leerla. Él comienza a leerla. Yo contesto un mensaje que me había llegado y cuando vuelvo a prestar atención me doy cuenta de que me había perdido algo, acerca de futbol creo. Lee que Rosa dice algo y esta persona aclara que se llama Cecilia, si yo no hubiera estado ocupada cronicando aclararía que soy Melisa y no Melina, como aparece en un par de crónicas. Otros cuentan otros cambios de nombre y todos nos reímos cuando lee la parte de que a Lucas le gusta tocarse. Mientras Alexis lee me doy cuenta de que hoy somos un círculo y que por primera vez hay gente sentada al lado de “los profes”. Justo en este momento Alexis lee algo sobre este tema. Termina de leer.
Rocío comenta que un comentario de ella fue tomado como afirmación cuando no lo era y Juan Pablo analiza que esta el tema de que los que hablan pueden ser mal interpretados por los cronistas y que para el narcisismo de algunos eso puede ser jodido. No se trata de si es así o no sino de que lo pones en un colectivo y de repente te llamas Carlos, dice Juan Pablo. Verónica agrega que la preocupación por los nombres o por si es realmente lo que se escribe es lo que se dijo hace que esto que se pone en el medio se pierda. Ulises agrega que durante el trabajo hablaron de que alguien tiene que aportar algo y esto tiene que circular y trae como ejemplo un ejercicio de la jornada de una pelota (yo dudo porque no sé muy bien a cual se refiere, me pierdo). Juan Pablo plantea que parece haber un pacto inconsciente, que cada cual juega su juego, para los que hablan mucho les sirve los que no hablan y viceversa. En este momento Ulises, Natalia, Nata y Ro comentan algunas cosas que no entendí. Natalia dice que en su trabajo ellas marcaron los distintos silencios que se producían y que los fueron nominando. Se habla de los silencios, de la forma de participar. Anabela explica que para ella en el grupo cada uno participa de maneras distintas.
Juan Pablo nos propone pensar conceptualmente, pensar qué es un grupo, y qué es para nosotros “estar implicados”. Me parece que duda de que entendamos bien qué es esto último. Algunas compañeras nos cuentan que ellas pensaron esto para su trabajo y que les parece que somos un grupo con algo heterogéneo y algo homogéneo, y nos invitan a pensarlo en la clase entre todos. Melisa nos dice que ellos lo pensaron como vínculo vs grupo. Juan Pablo dice cosas copadas que no anote. Diego lee una oración del texto de Ulloa que hace referencia a las miradas. Natalia trae el ejemplo del ejercicio donde uno pasa al centro de la ronda y tiene que esperar a que otro salga a buscarlo para volver a la ronda. (¿Este es el ejercicio de la pelota? me pregunto). Anabela dice que lo tomaron en el trabajo.
Juan Pablo dice “alguien como necesario, antes decían que nos iba a juzgar, ahora parece que lo necesitamos. ¿Puede ser que estamos habitando una situación de amenaza? Lucas “parece que tuvo efectos porque hoy somos un círculo perfecto por primera vez.
Juan Pablo explica la idea de implicación diciendo que Ulloa lo usa haciendo referencia a como uno se ve afectado por la institución y no como sinónimo de participar. Verónica como ejemplo nos recuerda el momento en que Ornela se estaba peleando con ella misma para no hablar, estaba implicada aunque no participara. Anabela comenta que le parecería bueno que se plantee al inicio de la cursada que si se participa se puede hacer algo más productivo (yo no estoy de acuerdo, no creo que sea cuestión de invitar sino que el problema es que no se acepta esta invitación). Juan Pablo cree que sería contraproducente, algunos coinciden con esto.
Juan Pablo habla del lugar de la palabra, cuando uno coloca al otro en un lugar particular y comenta la situación que se produjo la clase anterior cuando “cago a pedos” a Verónica. Natalia comenta sobre esto. Lamentablemente yo ya estaba guardando las cosas para irme así que hasta aquí pude registrar.
Melisa Morales
6/10/10
Casi todos a medida que entrabamos íbamos dejándole a Juan Pablo nuestro trabajo. No recuerdo muy bien con que tema se inicio la clase. Yo estaba bastante distraída así que me propuse a mi misma ir haciendo anotaciones de lo que se hablaba en la clase creyendo que eso me iba a hacer prestar más atención. Juan Pablo preguntó quienes serían los cronistas de la clase generándose silencio y cruce de miradas, cuestión que sucede con frecuencia cuando se habla de este tema. Así comenzaron varios compañeros a opinar acerca de su experiencia como cronistas. Ornela comentó que a ella le resultó más placentero escribir que hablar en clase. Otra compañera (no recuerdo el nombre) lo relacionó con la capacidad de escucha y de hacer un registro clínico (me gusto esta idea). También se hablo de lo que se guarda el que hace la crónica y Verónica menciona que nuevamente tiene la sensación de estar vendiendo la crónica, los que hablan son los que ya la realizaron. Hasta ahora nadie se había ofrecido a hacerla. En este momento, creo que de una manera bastante espontánea, dos compañeras Melisa y Silvina se ofrecen como cronistas. A ellas me uno yo, otra Melisa, ya que tenía algún apunte de lo que se venía hablando. Melisa comenta que suele escribir lento y que espera poder tomar registro de lo que se habla. Yo pregunto si, a pesar de ser la cronista, me puedo retirar antes porque tomo el tren de las 22 horas. Luego de todo esto por fin se termina el engorroso tema de la crónica. Juan Pablo comenta que parece ser que sí estaban vendiendo la crónica y que es extraño que se diga que los cronistas son los que están expuestos al dejar algo escrito cuando justamente en esta clase todos estábamos dejando una producción escrita. ¿Tendrá algo que ver? se pregunta. Así se inicia el tema de cómo nos fue con los trabajos.
Natalia nos dice que les fue difícil arrancar y que, finalmente, decidieron arrancar por un eje, sabiendo que luego surgirían otros. El eje que tomaron fue el silencio. (Juan Pablo se levanta a buscar un mate) Lucas, muy contento, dice que a ellos les pareció genial y que les dió ganas de hacer una crónica de lo que pasaba durante la realización del trabajo. Diego también comenta que la experiencia estuvo muy buena y que no la busquen en el papel (risas). Juan Pablo, sin embargo, dice que espera encontrar todo en el trabajo. Magdalena, Ivana y Rocío (quienes están en el grupo con los chicos) también nos cuentan lo interesante y divertida que les pareció la experiencia. Verónica nos comenta que fue a una presentación de un libro en el cual en vez de editarse lo que el autor había escrito se editaron los comentarios en el margen que iba haciendo mientras escribía. Siguen hablando de la experiencia.
Diego en este momento interrumpe y, acto seguido, pregunta si alguien más quiere hablar porque ahora se da cuenta que interrumpe. Surgen algunas risas. Nos cuenta que en la última clase le había dado bronca que Juan Pablo mencionara el volver a lo disciplinario. Comenta que no le gustaba la idea de volver a lo disciplinario para que hagamos las cosas pero que, en sí, esto es lo que lo había llevado a leer. Juan Pablo se interesa por esto y dice que lo llena de preguntas, que sorprende la obligación de cronicar o el instructivo del parcial, “parece que estamos desmintiendo lo que hay de disciplina” (cita no textual), el no poder salir del aula, el tener que pedir permiso para retirarse antes, las notas. Ro (la número 5) opina que esta es la diferencia que ve con las otras materias (interrumpe el grupo que faltaba, ruidos, se acomodan). Continúa Ro, habla de que en su crónica puso tres veces que no le había gustado que la obligaran a hacerla, y que esto lo escribió porque sintió que esta materia la daba la posibilidad de opinar cuando en otros casos no lo hubiera escrito. Acá aclara “ah, y Carlos es Diego”. “Charly para vos”, contesta Diego. Muchas risas, me pierdo un poco porque recordé como la habíamos cargado durante la semana por eso. Juan Pablo pregunta si nos habían parecido muy fuertes sus comentarios y varios comentan sobre el tema. Magdalena la llamaba la crónica de la enojada y otros chicos (creo que el grupo que hizo la crónica numero 2) dicen que a ellos les había gustado.
En este momento, Juan Pablo hace unos comentarios sobre esta cuestión que surgió de cuidar a los demás al escribir y Verónica habla del tema de poner o no poner algo, de hacer como si no estuviera. Me pierdo un poco, me doy cuenta que me había olvidado de que tenía que prestar atención y anotar! Algo que registre y me gusto fue que Juan Pablo dijo “pudimos hacer un espacio donde se puede decir ¡esto me hincho las pelotas!” a lo que Diego agrega que no es solo un espacio de catarsis sino que podemos hablar, un paso más de la bronca.
Se produce un pequeño silencio y Juan Pablo propone leer una crónica, hablan acerca de la crónica de Alexis y lo invitan a leerla. Él comienza a leerla. Yo contesto un mensaje que me había llegado y cuando vuelvo a prestar atención me doy cuenta de que me había perdido algo, acerca de futbol creo. Lee que Rosa dice algo y esta persona aclara que se llama Cecilia, si yo no hubiera estado ocupada cronicando aclararía que soy Melisa y no Melina, como aparece en un par de crónicas. Otros cuentan otros cambios de nombre y todos nos reímos cuando lee la parte de que a Lucas le gusta tocarse. Mientras Alexis lee me doy cuenta de que hoy somos un círculo y que por primera vez hay gente sentada al lado de “los profes”. Justo en este momento Alexis lee algo sobre este tema. Termina de leer.
Rocío comenta que un comentario de ella fue tomado como afirmación cuando no lo era y Juan Pablo analiza que esta el tema de que los que hablan pueden ser mal interpretados por los cronistas y que para el narcisismo de algunos eso puede ser jodido. No se trata de si es así o no sino de que lo pones en un colectivo y de repente te llamas Carlos, dice Juan Pablo. Verónica agrega que la preocupación por los nombres o por si es realmente lo que se escribe es lo que se dijo hace que esto que se pone en el medio se pierda. Ulises agrega que durante el trabajo hablaron de que alguien tiene que aportar algo y esto tiene que circular y trae como ejemplo un ejercicio de la jornada de una pelota (yo dudo porque no sé muy bien a cual se refiere, me pierdo). Juan Pablo plantea que parece haber un pacto inconsciente, que cada cual juega su juego, para los que hablan mucho les sirve los que no hablan y viceversa. En este momento Ulises, Natalia, Nata y Ro comentan algunas cosas que no entendí. Natalia dice que en su trabajo ellas marcaron los distintos silencios que se producían y que los fueron nominando. Se habla de los silencios, de la forma de participar. Anabela explica que para ella en el grupo cada uno participa de maneras distintas.
Juan Pablo nos propone pensar conceptualmente, pensar qué es un grupo, y qué es para nosotros “estar implicados”. Me parece que duda de que entendamos bien qué es esto último. Algunas compañeras nos cuentan que ellas pensaron esto para su trabajo y que les parece que somos un grupo con algo heterogéneo y algo homogéneo, y nos invitan a pensarlo en la clase entre todos. Melisa nos dice que ellos lo pensaron como vínculo vs grupo. Juan Pablo dice cosas copadas que no anote. Diego lee una oración del texto de Ulloa que hace referencia a las miradas. Natalia trae el ejemplo del ejercicio donde uno pasa al centro de la ronda y tiene que esperar a que otro salga a buscarlo para volver a la ronda. (¿Este es el ejercicio de la pelota? me pregunto). Anabela dice que lo tomaron en el trabajo.
Juan Pablo dice “alguien como necesario, antes decían que nos iba a juzgar, ahora parece que lo necesitamos. ¿Puede ser que estamos habitando una situación de amenaza? Lucas “parece que tuvo efectos porque hoy somos un círculo perfecto por primera vez.
Juan Pablo explica la idea de implicación diciendo que Ulloa lo usa haciendo referencia a como uno se ve afectado por la institución y no como sinónimo de participar. Verónica como ejemplo nos recuerda el momento en que Ornela se estaba peleando con ella misma para no hablar, estaba implicada aunque no participara. Anabela comenta que le parecería bueno que se plantee al inicio de la cursada que si se participa se puede hacer algo más productivo (yo no estoy de acuerdo, no creo que sea cuestión de invitar sino que el problema es que no se acepta esta invitación). Juan Pablo cree que sería contraproducente, algunos coinciden con esto.
Juan Pablo habla del lugar de la palabra, cuando uno coloca al otro en un lugar particular y comenta la situación que se produjo la clase anterior cuando “cago a pedos” a Verónica. Natalia comenta sobre esto. Lamentablemente yo ya estaba guardando las cosas para irme así que hasta aquí pude registrar.
CRÓNICA 6/10/2010
Melissa Soledad Belelli.
No recuerdo como comenzó la clase, y dado que no tenía pensado hacer una crónica especificamente ese día, no presté atención a lo que sucedió sino hasta el momento en que decidí hacerla.
Sí, recuerdo que surgió el tema recurrente “quién hace la crónica?”.
Cada uno de los compañeros que ya habían hecho una, comentaron como fue su experiencia. No sé por qué, pero sentí la necesidad de hacerla, y un poco de ganas. Desafortunadamente, no me percaté de que elegí el peor momento para hacerla, dado que se acercan todos los parciales y mesa de finales.
Antes de empezar a redactar mi crónica aclaré que soy lenta para escribir y que por ello nunca había querido hacer una, porque seguramente sería una crónica escueta. Rocío dijo algo que me dio mas confianza para hacerla. No recuerdo textualmente cómo lo dijo, pero sé que aludio al estilo de cada uno para hacer la crónica. En caso de que sea escueta, eso estaría definiendo mi estilo.
Silvina también se ofrecio para hacer la segunda crónica, y finalmente mi tocaya: Melisa, quien aclara que se tiene que ir 15 minutos antes.
Una vez definidas las tres cronistas Juan pablo pregunta sobre los trabajos .
Natalia comenta que costó arrancar. “Primero no sabíamos como hacer así que nos planteamos un eje. Costó, pero estuvo bueno”. Juan Pablo pregunta cuál fue el tema elegido a lo cual Natalia respode “El silencio”. Hasta acá me resultó fácil anotar ya que yo había hecho el trabajo junto con Nati, Silvi y Vero.
Depués sentí que se me empezaron a escapar los discrusos y me costó prestar atención, porque cuando alguien empezaba a hablar, otro toma la palabra y ahí ya sentí que me perdí. Juan Pablo habla despacito, o yo soy muy sorda; vacilé si decirle que por favor hable mas fuerte. Me quede callada y segui haciendo la crónica.
Lucas comenta que a ellos les parecio “genial”. Sigue diciendo que en un momento querían hacer una crónica de lo que pasaba en su grupo de trabajo. Diego, quien hizo el trabajo con él, también comenta lo productivo de la experiencia, y los buenos debates que se armaban.
Magdalena, quien también integra el grupo junto con Lucas y Diego, hizo el comentario de un mail que mandó Lucas en donde comentaba “La verdad que me chupa un huevo el trabajo”.
Rocío comentó que es díficil que este plasmado en el trabajo lo que pasó en el grupo.
Vero trae una historia muy linda respecto de lo que se esta hablando. Es la historia de un escritor que al margen de lo que va a escribiendo expone lo que le pasa, y cuando finaliza el libro, se queda con la parte que escribe al margen y tira el libro. Juan Pablo se pregunta “cómo es que les chupa un huevo el trabajo si después se piden conceptos específicos en clase?”.
Diego responde a esto diciendo que en la clase anterior se enojo cuando Juan Pablo tiró que hay que subirse de nuevo al dispositivo disciplinario. Si bien le enojo, dijo “Me sirvio para leer y releer a Ulloa”.
Juan Pablo plantea que cuando apareció el instructivo saltó el tema de la rigidez de las consignas, de que se deba leer para ello; parece que eso confrontaría con la idea de lo que es esta cátedra. “A mi me lleno de preguntas esto”, continúa Juan pablo, “Acá hay encierro, hay jerarquías...? No nos estaremos desmintiendo?...” Juan Pablo mira a una compañera (que no recuerdo el nombre, por eso “compañera” y le dice “Estás sonriendo”. Ella comenta que nota la diferencia que hay entre esta cátedra y las otras y...
(Llegan 4 compañeros y nos acomodamos para que los chicos se sienten.)
… continúa diciendo (por lo que ví en la crónica de Silvi, porque me mató la cursiodidad, es Romina), que cuando hacía la crónica sentía que acá puede decir ciertas cosas que no sabe si diría en otro lugar. Mira a Diego y le dice: “Ah, y Carlos...” Diego se ríe y aclara: “Diego!..no importa! Carlos, dale!”. Se genera un clima muy cómico.
Romina prosigue diciendo que cuando terminó de hacer la crónica se la dio a leer a alguien ajeno a esto y le pareció medio chocante, pero a ella no le molestó dejarla así.
Me doy cuenta que me perdí. Romi se dirigió a Diego para decirle algo pero no sé si se lo dijo o no. Me doy cuenta de mi lógica incapacidad de registrarlo todo y me frustro un poco. Mi neurosis ya empieza a galopar.
Una compañera dice: “yo le digo la crónica de la enojada”
Romi comenta que no estaba tan enojada, sino que no tenía ganas de hacerla, pero que sin embargo la hizo.
Lucas dice: “Se nota”
Algunos compañeros comentan que les gustó.
Juan Pablo comenta que le parece que tenemos la idea de que quien realiza la crónica tiene que tener cierto cuidado.
Rocío comenta: “A mí no me pasó eso”
Vero comenta que es algo que quizá en otro lugar no se hubiera dicho. Lo piensa no como un problema de resgitro sino que es un tema de ponerlo en juego. “Pensarlo clínicamente”.
Alguien comenta: “no es sólo un espacio de catársis sino que también se puede pensar”
Juan Pablo trae a Ulloa con su pasaje del “yo pienso” al “yo siento”.
Será verdad porque yo estoy sintiendo que ya me perdí y que lo que escribo no tiene ninguna coherencia con lo que realmente esta pasando.
Una compañera comenta: “Me acordé de la crónica de Alexis, me reí cuando la leí.”
Vero dice al respecto: “Es esto de poder decir: esto me da bronca o me enamoré de esto”
Juan Pablo proponé que se lea la crónica.
Algunos compañeros dicen que la crónica de Ulises no llegó, cuestión que se acalra cuando alguien dice que la crónica fue enviada el día de hoy.
Juan Pablo “Querés leer, Alexis?”
Alexis comienza a leer su crónica. En medio de ésta, surge el tema de por qué Juan pablo no hizo una crónica.
“No respondiste a la demanda”, dice un compañero (creo que Diego, porque lo anoté con una “D”)
Otro tema que surge es que a Alexis le resultó exagerado esto de que Ivana había visto por primera vez a algunos mostrar los dientes durante la jornada de experiencia grupal.
Continúa la crónica y en un momento nombra a una compañera como “Rosa”. Esta misma compañera dice que se llama”Cecilia”. Nuevamente se crea una situación cómica.
Juan Pablo comenta que hay como varios equívocos con los nombres.
Yo comentó que hace unos días me crucé con Ulises y Rocío, y los saludé “Chau Ulises, chau Male”.
Al finalizar la crónica, Rocío hace una aclaración respecto de algo que se expuso en esta: “Quiero aclarar: no dije que no tenemos un buen grupo sino que parece”.
Juan Pablo comenta que “la dueña del mate” se sonreía mientras Alexis leía la crónica. (yo me estoy preguntando porque habré puesto “dueña del mate”...)
La dueña del mate comenta que le gusto lo que dijo Ulises: su experiencia de psicólogo es en grupo.
Silencio prolongado.
Juan pablo comenta que otro modo de pensar la exposición de cada uno en las crónicas es que podemos ser mal interpretados por el cronista. Continúa diciendo que la exposición no es privativa de quien hace la crónica sino que es grupal y que eso para los narcicismos de algunos es una cosa “bastante jodida”.
Diego comenta que como es tan “cuelgue” no sabe si lo que aparece en la crónica como lo que él dijo realmente lo dijo él o no.
Juan Pablo pregunta “El problema es quién tiene razón?
Vero comenta que cuando alguien dice algo, parece que se fuera al medio, y como estamos dandole tanta importancia a los nombres puede que eso que decimos no vaya al medio sino que quede acá.
Yo no entendí que quiso decir Vero con esto del “medio”.
Ulises comenta que eso fue hablado en su grupo. Luego dice que para que haya grupalidad tiene que haber aportes, y trae el ejemplo de la pelota: que la pelota sea generador de algo, “que despierte algo”, si no es así, la grupalidad pierde su efecto. También comenta que esto se ve en clase entre los que hablan y los que no, y termina diciendo que tampoco tiene sentido hablar por hablar.
Vero, retomando a Ulises, dice que es como poner algo al medio y que nadie lo agarre.
Juan pablo: “Es lo mismo hablar por hablar que no decir nada?”. Comenta que a aquellos que queremos marcar la palabra, nos sirven los que no hablan y a los que no hablan, les sirve los que hablan. Trae así la idea de Pacto Inconsciente en donde cada cual atiende a su juego.
Natalia comenta: “El silencio es necesario y cada uno cumple su rol”
A Natalí le sorprende lo que dice Natalia: “Que raro que digas que el silencio es necesario cuando dijiste que no lo soportabas, igual que Ulises que ahora le parece bien el que no participemos”
Ulises comenta que eso es funcional en tanto no es productor de nada.
Natalia retoma el tema del silencio y trae la temática de nuestro trabajo, “El Silencio”. Comenta que hay diferente tipos de silencio. Trae el concepto de “silencio reflexivo”. Una compañera comenta que ella antes hablar piensa: “No voy a hablar pavadas”. Y prosigue diciendo que el silencio hace al grupo.
Natalia: “Yo a veces si hablo pavadas”
Juan Pablo pregunta “Qué es un grupo?” y propone retomar conceptos.
Una compañera comenta que un tema que surgió en su grupo de trabajo es si somos un grupo, y que tipo de grupo si es que lo somos. Pareciera que siempre tocamos los mismos temas pero cuando surge uno diferente, como el placer, nos quedamos callados.
Yo por mi parte, traigo a clase los conceptos de” Grupo” y “Vínculo” de Kaes para justificar que somo “vínculo” y no “grupo”.
Diego: “Yo pensaba como Ornella...” (refiriendose a “Anabella”)
Anabella lo corrige y diego continúa... “esto de como Ulises se sentía afectado por la no participación”. ( y acá ya ni me entiendo la letra, así que hago un saltó a la parte en donde sí me entiendo la letra)
Natalia trae esto de la experiencia que se dió en las jornadas, aquella de formar una ronda y que alguien que esta en el medio vaya a ser buscado por otro. Eso lo vió como un reflejo de lo que pasa acá.
Juan Pablo trae el la noción de implicación. Comenta que parece que impliación es similar a “compromiso”, pero puede ser que alguien que este callado este solidamente implicado.
Vero: “Me acordaba cuando le preguntaste a Ornella dónde estaba, y ella dijo: peleandose con ella misma”
Ornella aclara que se estaba censurando porque hablaban demasiado rápido y que ella para hablar no puede “saltar así”...
Vero comparte con ella esto de ir a otro ritmo..
Vero (compañera) comenta esto de estar expuestos, le da la impresión de que por estar callados estamos expuestos también.
Juan Pablo pregunta: “Sería que algo que nos esta pasando es más cómodo ubicarlo en un objeto crónica?”
Vero (compañera) cmenta que ella siente que estamos expuestos igual.
Anabella comenta que cree que estaría bueno que se aclare que si se participa se puede hacer algo productivo, nos podemos desinhibir.
Juan Pablo comenta que uno de sus encuentros con Verónica se hablo del valor de la palabra, el valor que puede tener cuando uno la ubica en cierto lugar; y pregunta “registraron cómo se puso Vero cuando le dije que se deje de hacer la pelotuda?”
Natalia dice al respecto que Juan Pablo había evadido una pregunta que le había hecho Lucas y que eso fue tomado como que se estaba corriendo del lugar del saber.
Juan pablo: “Yo cobro, ella no. Eso me deja contento. Pero en lo demás no, porque te nombran mucho a vos en las crónicas” (refiriendose a Vero)
Vero comenta que se quedó enganchada con este tema del Sujeto Supuesto Saber y dice que ella también lo tenía a Juan pablo en el mismo lugar.
Diego dice que algo de este tema esta puesto en el trabajo.
Natalia comenta respecto a esto que no toma a Juan Pablo como “el que sabe”, pero sí lo ve como el que sabe hacer disparar algo; no en lo que se refiere a lo conceptual, y aclara que no es que Juan pablo no tenga lo conceptual sino que ella lo tiene mas como “el que hace circular”.
Alexis: “Una cosa es un sujeto que sabe y otra cosa es un Sujeto Supuesto saber”, y ve a Juan pablo como quien se corre del lugar del Sujeto Supuesto Saber.
Rocío: “Pero para coordinar no necesitas un Sujeto Saber. Nosotros te ponemos en esa posición y vos tratás de correrte”.
Anabella comenta que también notó que poníamos a Juan pablo en el lugar del que sabe y que él devolvía la pregunta.
Natali: “por ahí si no leemos, suponemos que vos sí”
Juan Pablo: “Suponen bien”
Rocío comenta que se tiró algo al medio y que no se hizo nada con eso.
Vero se pregunta “Que pasó? Qué paso que sentí que estabamos haciendo una supervisión de equipo?”
Acá saltó el tema de los fantasmas que traen los coordinadores. Yo, por la hora, ya estoy tan pérdida que ni sé de que hablan, ni sé que estoy anotando. Me desconcentra mi celular que se me apaga sólo y en lo único que pienso es que por favor tiré un mes de vida más.
Vero comenta que en la reunión anterior se hablo de esto: de la intensidad, del registro, de que estaba pasando acá.
Juan Pablo prosigue cómo ciertas operaciones habían sido en su encuentro con nosotros y cómo se le hacía necesario el traerlo a la clase.
Rocío: “Qué se les ocurrio?”
Juan pablo comenta que al salir del práctico pasado se pudo resarcir de ciertos problemas que tiene con la docencia; comenta que cuando aparece la subjetividad docente aparecen movimientos importantes... Pero después aparece que los alumnos no saben el concepto de subjetividad de Guattari. Eso le resuena.
Diego dice que cree que estamos aprendiendo a hacer clínica; aprender a intervenir en la clínica.
Juan pablo comenta algo que me cae muy mal: Piensa que los trabajos no le van a gustar. Ahí me empiezo a decir a mi misma “Pero qué sabe? En que se basa para decir eso?”. Me da mucha bronca y ya no quiero seguir escribiendo. Y ahora que lo revivo tampoco quiero seguir escribiendo esta crónica. De todas formas la clase ya estaba terminando.
Se propone que Juan pablo envíe la bibliografía por mail.
Melissa Soledad Belelli.
No recuerdo como comenzó la clase, y dado que no tenía pensado hacer una crónica especificamente ese día, no presté atención a lo que sucedió sino hasta el momento en que decidí hacerla.
Sí, recuerdo que surgió el tema recurrente “quién hace la crónica?”.
Cada uno de los compañeros que ya habían hecho una, comentaron como fue su experiencia. No sé por qué, pero sentí la necesidad de hacerla, y un poco de ganas. Desafortunadamente, no me percaté de que elegí el peor momento para hacerla, dado que se acercan todos los parciales y mesa de finales.
Antes de empezar a redactar mi crónica aclaré que soy lenta para escribir y que por ello nunca había querido hacer una, porque seguramente sería una crónica escueta. Rocío dijo algo que me dio mas confianza para hacerla. No recuerdo textualmente cómo lo dijo, pero sé que aludio al estilo de cada uno para hacer la crónica. En caso de que sea escueta, eso estaría definiendo mi estilo.
Silvina también se ofrecio para hacer la segunda crónica, y finalmente mi tocaya: Melisa, quien aclara que se tiene que ir 15 minutos antes.
Una vez definidas las tres cronistas Juan pablo pregunta sobre los trabajos .
Natalia comenta que costó arrancar. “Primero no sabíamos como hacer así que nos planteamos un eje. Costó, pero estuvo bueno”. Juan Pablo pregunta cuál fue el tema elegido a lo cual Natalia respode “El silencio”. Hasta acá me resultó fácil anotar ya que yo había hecho el trabajo junto con Nati, Silvi y Vero.
Depués sentí que se me empezaron a escapar los discrusos y me costó prestar atención, porque cuando alguien empezaba a hablar, otro toma la palabra y ahí ya sentí que me perdí. Juan Pablo habla despacito, o yo soy muy sorda; vacilé si decirle que por favor hable mas fuerte. Me quede callada y segui haciendo la crónica.
Lucas comenta que a ellos les parecio “genial”. Sigue diciendo que en un momento querían hacer una crónica de lo que pasaba en su grupo de trabajo. Diego, quien hizo el trabajo con él, también comenta lo productivo de la experiencia, y los buenos debates que se armaban.
Magdalena, quien también integra el grupo junto con Lucas y Diego, hizo el comentario de un mail que mandó Lucas en donde comentaba “La verdad que me chupa un huevo el trabajo”.
Rocío comentó que es díficil que este plasmado en el trabajo lo que pasó en el grupo.
Vero trae una historia muy linda respecto de lo que se esta hablando. Es la historia de un escritor que al margen de lo que va a escribiendo expone lo que le pasa, y cuando finaliza el libro, se queda con la parte que escribe al margen y tira el libro. Juan Pablo se pregunta “cómo es que les chupa un huevo el trabajo si después se piden conceptos específicos en clase?”.
Diego responde a esto diciendo que en la clase anterior se enojo cuando Juan Pablo tiró que hay que subirse de nuevo al dispositivo disciplinario. Si bien le enojo, dijo “Me sirvio para leer y releer a Ulloa”.
Juan Pablo plantea que cuando apareció el instructivo saltó el tema de la rigidez de las consignas, de que se deba leer para ello; parece que eso confrontaría con la idea de lo que es esta cátedra. “A mi me lleno de preguntas esto”, continúa Juan pablo, “Acá hay encierro, hay jerarquías...? No nos estaremos desmintiendo?...” Juan Pablo mira a una compañera (que no recuerdo el nombre, por eso “compañera” y le dice “Estás sonriendo”. Ella comenta que nota la diferencia que hay entre esta cátedra y las otras y...
(Llegan 4 compañeros y nos acomodamos para que los chicos se sienten.)
… continúa diciendo (por lo que ví en la crónica de Silvi, porque me mató la cursiodidad, es Romina), que cuando hacía la crónica sentía que acá puede decir ciertas cosas que no sabe si diría en otro lugar. Mira a Diego y le dice: “Ah, y Carlos...” Diego se ríe y aclara: “Diego!..no importa! Carlos, dale!”. Se genera un clima muy cómico.
Romina prosigue diciendo que cuando terminó de hacer la crónica se la dio a leer a alguien ajeno a esto y le pareció medio chocante, pero a ella no le molestó dejarla así.
Me doy cuenta que me perdí. Romi se dirigió a Diego para decirle algo pero no sé si se lo dijo o no. Me doy cuenta de mi lógica incapacidad de registrarlo todo y me frustro un poco. Mi neurosis ya empieza a galopar.
Una compañera dice: “yo le digo la crónica de la enojada”
Romi comenta que no estaba tan enojada, sino que no tenía ganas de hacerla, pero que sin embargo la hizo.
Lucas dice: “Se nota”
Algunos compañeros comentan que les gustó.
Juan Pablo comenta que le parece que tenemos la idea de que quien realiza la crónica tiene que tener cierto cuidado.
Rocío comenta: “A mí no me pasó eso”
Vero comenta que es algo que quizá en otro lugar no se hubiera dicho. Lo piensa no como un problema de resgitro sino que es un tema de ponerlo en juego. “Pensarlo clínicamente”.
Alguien comenta: “no es sólo un espacio de catársis sino que también se puede pensar”
Juan Pablo trae a Ulloa con su pasaje del “yo pienso” al “yo siento”.
Será verdad porque yo estoy sintiendo que ya me perdí y que lo que escribo no tiene ninguna coherencia con lo que realmente esta pasando.
Una compañera comenta: “Me acordé de la crónica de Alexis, me reí cuando la leí.”
Vero dice al respecto: “Es esto de poder decir: esto me da bronca o me enamoré de esto”
Juan Pablo proponé que se lea la crónica.
Algunos compañeros dicen que la crónica de Ulises no llegó, cuestión que se acalra cuando alguien dice que la crónica fue enviada el día de hoy.
Juan Pablo “Querés leer, Alexis?”
Alexis comienza a leer su crónica. En medio de ésta, surge el tema de por qué Juan pablo no hizo una crónica.
“No respondiste a la demanda”, dice un compañero (creo que Diego, porque lo anoté con una “D”)
Otro tema que surge es que a Alexis le resultó exagerado esto de que Ivana había visto por primera vez a algunos mostrar los dientes durante la jornada de experiencia grupal.
Continúa la crónica y en un momento nombra a una compañera como “Rosa”. Esta misma compañera dice que se llama”Cecilia”. Nuevamente se crea una situación cómica.
Juan Pablo comenta que hay como varios equívocos con los nombres.
Yo comentó que hace unos días me crucé con Ulises y Rocío, y los saludé “Chau Ulises, chau Male”.
Al finalizar la crónica, Rocío hace una aclaración respecto de algo que se expuso en esta: “Quiero aclarar: no dije que no tenemos un buen grupo sino que parece”.
Juan Pablo comenta que “la dueña del mate” se sonreía mientras Alexis leía la crónica. (yo me estoy preguntando porque habré puesto “dueña del mate”...)
La dueña del mate comenta que le gusto lo que dijo Ulises: su experiencia de psicólogo es en grupo.
Silencio prolongado.
Juan pablo comenta que otro modo de pensar la exposición de cada uno en las crónicas es que podemos ser mal interpretados por el cronista. Continúa diciendo que la exposición no es privativa de quien hace la crónica sino que es grupal y que eso para los narcicismos de algunos es una cosa “bastante jodida”.
Diego comenta que como es tan “cuelgue” no sabe si lo que aparece en la crónica como lo que él dijo realmente lo dijo él o no.
Juan Pablo pregunta “El problema es quién tiene razón?
Vero comenta que cuando alguien dice algo, parece que se fuera al medio, y como estamos dandole tanta importancia a los nombres puede que eso que decimos no vaya al medio sino que quede acá.
Yo no entendí que quiso decir Vero con esto del “medio”.
Ulises comenta que eso fue hablado en su grupo. Luego dice que para que haya grupalidad tiene que haber aportes, y trae el ejemplo de la pelota: que la pelota sea generador de algo, “que despierte algo”, si no es así, la grupalidad pierde su efecto. También comenta que esto se ve en clase entre los que hablan y los que no, y termina diciendo que tampoco tiene sentido hablar por hablar.
Vero, retomando a Ulises, dice que es como poner algo al medio y que nadie lo agarre.
Juan pablo: “Es lo mismo hablar por hablar que no decir nada?”. Comenta que a aquellos que queremos marcar la palabra, nos sirven los que no hablan y a los que no hablan, les sirve los que hablan. Trae así la idea de Pacto Inconsciente en donde cada cual atiende a su juego.
Natalia comenta: “El silencio es necesario y cada uno cumple su rol”
A Natalí le sorprende lo que dice Natalia: “Que raro que digas que el silencio es necesario cuando dijiste que no lo soportabas, igual que Ulises que ahora le parece bien el que no participemos”
Ulises comenta que eso es funcional en tanto no es productor de nada.
Natalia retoma el tema del silencio y trae la temática de nuestro trabajo, “El Silencio”. Comenta que hay diferente tipos de silencio. Trae el concepto de “silencio reflexivo”. Una compañera comenta que ella antes hablar piensa: “No voy a hablar pavadas”. Y prosigue diciendo que el silencio hace al grupo.
Natalia: “Yo a veces si hablo pavadas”
Juan Pablo pregunta “Qué es un grupo?” y propone retomar conceptos.
Una compañera comenta que un tema que surgió en su grupo de trabajo es si somos un grupo, y que tipo de grupo si es que lo somos. Pareciera que siempre tocamos los mismos temas pero cuando surge uno diferente, como el placer, nos quedamos callados.
Yo por mi parte, traigo a clase los conceptos de” Grupo” y “Vínculo” de Kaes para justificar que somo “vínculo” y no “grupo”.
Diego: “Yo pensaba como Ornella...” (refiriendose a “Anabella”)
Anabella lo corrige y diego continúa... “esto de como Ulises se sentía afectado por la no participación”. ( y acá ya ni me entiendo la letra, así que hago un saltó a la parte en donde sí me entiendo la letra)
Natalia trae esto de la experiencia que se dió en las jornadas, aquella de formar una ronda y que alguien que esta en el medio vaya a ser buscado por otro. Eso lo vió como un reflejo de lo que pasa acá.
Juan Pablo trae el la noción de implicación. Comenta que parece que impliación es similar a “compromiso”, pero puede ser que alguien que este callado este solidamente implicado.
Vero: “Me acordaba cuando le preguntaste a Ornella dónde estaba, y ella dijo: peleandose con ella misma”
Ornella aclara que se estaba censurando porque hablaban demasiado rápido y que ella para hablar no puede “saltar así”...
Vero comparte con ella esto de ir a otro ritmo..
Vero (compañera) comenta esto de estar expuestos, le da la impresión de que por estar callados estamos expuestos también.
Juan Pablo pregunta: “Sería que algo que nos esta pasando es más cómodo ubicarlo en un objeto crónica?”
Vero (compañera) cmenta que ella siente que estamos expuestos igual.
Anabella comenta que cree que estaría bueno que se aclare que si se participa se puede hacer algo productivo, nos podemos desinhibir.
Juan Pablo comenta que uno de sus encuentros con Verónica se hablo del valor de la palabra, el valor que puede tener cuando uno la ubica en cierto lugar; y pregunta “registraron cómo se puso Vero cuando le dije que se deje de hacer la pelotuda?”
Natalia dice al respecto que Juan Pablo había evadido una pregunta que le había hecho Lucas y que eso fue tomado como que se estaba corriendo del lugar del saber.
Juan pablo: “Yo cobro, ella no. Eso me deja contento. Pero en lo demás no, porque te nombran mucho a vos en las crónicas” (refiriendose a Vero)
Vero comenta que se quedó enganchada con este tema del Sujeto Supuesto Saber y dice que ella también lo tenía a Juan pablo en el mismo lugar.
Diego dice que algo de este tema esta puesto en el trabajo.
Natalia comenta respecto a esto que no toma a Juan Pablo como “el que sabe”, pero sí lo ve como el que sabe hacer disparar algo; no en lo que se refiere a lo conceptual, y aclara que no es que Juan pablo no tenga lo conceptual sino que ella lo tiene mas como “el que hace circular”.
Alexis: “Una cosa es un sujeto que sabe y otra cosa es un Sujeto Supuesto saber”, y ve a Juan pablo como quien se corre del lugar del Sujeto Supuesto Saber.
Rocío: “Pero para coordinar no necesitas un Sujeto Saber. Nosotros te ponemos en esa posición y vos tratás de correrte”.
Anabella comenta que también notó que poníamos a Juan pablo en el lugar del que sabe y que él devolvía la pregunta.
Natali: “por ahí si no leemos, suponemos que vos sí”
Juan Pablo: “Suponen bien”
Rocío comenta que se tiró algo al medio y que no se hizo nada con eso.
Vero se pregunta “Que pasó? Qué paso que sentí que estabamos haciendo una supervisión de equipo?”
Acá saltó el tema de los fantasmas que traen los coordinadores. Yo, por la hora, ya estoy tan pérdida que ni sé de que hablan, ni sé que estoy anotando. Me desconcentra mi celular que se me apaga sólo y en lo único que pienso es que por favor tiré un mes de vida más.
Vero comenta que en la reunión anterior se hablo de esto: de la intensidad, del registro, de que estaba pasando acá.
Juan Pablo prosigue cómo ciertas operaciones habían sido en su encuentro con nosotros y cómo se le hacía necesario el traerlo a la clase.
Rocío: “Qué se les ocurrio?”
Juan pablo comenta que al salir del práctico pasado se pudo resarcir de ciertos problemas que tiene con la docencia; comenta que cuando aparece la subjetividad docente aparecen movimientos importantes... Pero después aparece que los alumnos no saben el concepto de subjetividad de Guattari. Eso le resuena.
Diego dice que cree que estamos aprendiendo a hacer clínica; aprender a intervenir en la clínica.
Juan pablo comenta algo que me cae muy mal: Piensa que los trabajos no le van a gustar. Ahí me empiezo a decir a mi misma “Pero qué sabe? En que se basa para decir eso?”. Me da mucha bronca y ya no quiero seguir escribiendo. Y ahora que lo revivo tampoco quiero seguir escribiendo esta crónica. De todas formas la clase ya estaba terminando.
Se propone que Juan pablo envíe la bibliografía por mail.
CRÓNICA 6/10/2010
CRÓNICA 6/10/2010
Alumna: Silvina Suárez
La clase comienza, nuevamente, con silencios al preguntar Juan Pablo quien iba a cronicar. Eso dio el pie para hablar de las crónicas de la semana anterior entre las cuales, una de ellas fue realizada por una compañera que había sido elegida al azar y había expresado el enojo que eso le causó en la misma. Eso lleva a que aquellos compañeros que ya la habían ralizado comenten sobre su experiencia, cómo se habían implicado y lo satisfactorio que, en la mayoría de los casos, les había resultado.
Ante esto, a Vero le surgen dos preguntas:
- ¿por qué los que hablan son aquellos que ya la hicieron y no los que están cayados sin querer cronicar, pudiendo comentar por qué no quieren?, y;
- ¿Por qué siente que estamos, nuevamente, intentando vender lo bueno que estaría hacerla?
Una vez hechas esas preguntas, Melisa dice que a ella le paso que después de escuchar todos los comentarios, que fueron muy buenos, le dio ganas de hacerla, inclusive luego de haber estado hablando sobre su negativa a realizarla, antes de comenzar la clase.
A mi me paso lo mismo, yo era quien había hablado con Melisa sobre hacer la crónica, y ambas decíamos que hasta que no nos tocara por obligación, es decir, una vez que Juan Pablo recurriera a la lista y eligiera al azar, no la íbamos a hacer. En mi caso personal, lo que me sucedía era que estaba ocupada con diversos trabajos para la facu, más el laburo, no me daban los tiempos, estaba cansada y creía que el realizar la crónica me iba a llevar más tiempo. Sin embargo, al escuchar los comentarios, a mí también me dieron ganas y me ofrecí para hacerla.
Cuando empecé a escribir me paso que comencé a enojarme por haberme ofrecido, yo sabía que me cuesta retener lo que los demás compañeros dicen y eso mismo me estaba pasando, no podía recordar todo lo que se hablaba, y si hacia hincapié en las palabras, el sentido de la conversación se me perdía, por lo cual no podía seguir escribiendo. Intente relajarme y prestar atención sin importar perderme en los detalles.
Juan pregunta cómo nos fue haciendo los trabajos del parcial, y Nati le responde que en su caso (que es mi caso, dado que soy una de las integrantes de su grupo) lo hicimos tomando como eje los silencios, que nos había costado arrancar pero que después estuvo bueno.
Se produce silencio.
Lucas comenta que a su grupo le pareció una experiencia buenísima, que hasta tenían ganas de hacer una crónica de ello. Cuenta que hubo broncas, enojos, de todo.
Diego, que era otro de los integrantes del grupo de Lucas, también comenta lo buena que estuvo la experiencia, en la cual discutieron, y todo lo que surgió ahí estuvo bárbaro. Magdalena, tercer integrante cuenta que Lucas había enviado un mail diciendo que le chupaba un huevo el parcial, que lo importante era que disfrutaran de eso. En un momento, comenta Lucas, cayó la mamá de Ivana y eso también hizo que el grupo cambiara.
Lucas supuso que hoy se iba a hablar de la experiencia, de este laburo, y ellos (él y sus compañeros de grupo) creían que estaba bueno traerlo a la clase, contar lo que les había pasado y lo que habían sentido.
Juan dice que le llama la atención el hecho de que nos chupe un huevo el trabajo, cómo aprobar la materia, y que cuando Lucas trae conceptos, lo cagamos a pedo (esto se relaciona con un chiste que se le hizo en base a los conceptos de situación y acontecimiento que Lucas retomaba en las sucesivas clases en busca de una explicación de los mismos). Esto le llama la atención.
Diego le contesta que a él le sucedió que en la clase anterior se había quedado enojado cuando Juan Pablo nos dijo que parece que intentamos volver a lo disciplinario. Diego comento que esto lo enojo pero que también lo llevo a leer los textos.
A Juan le llama la atención el hecho de que nos manden a cronicar, nos den una guía para el parcial, nos manden a leer, nos lleva a nosotros, en tanto alumnos, a confrontar con la cátedra. Eso es raro, ¿no? Juan Pablo nos pregunta si acaso no estaremos desmintiendo esto que aparece tanto, que aparece como un mecanismo de defensa.
Romina le responde que, para ella, esto se remarca por la diferencia que tiene esta materia con las otras. Y recuerda que ella es la número 5, de la cual se refirieron anteriormente cuando se hablaba de la crónica de la clase pasada.
Llegan 4 compañeros, Juan Pablo nos pide que esperemos para seguir hasta que los chicos se acomoden.
Romina continua diciendo que cuando hacía la crónica puso tres veces que le molestaba el estar haciéndola y que lo hizo porque sintió que en esta materia se podía decir y que en otro lugar quizás no lo escribiría. Comenta que cuando escribió la crónica se la dio a leer a alguien ajeno a la cursada y que esta persona le dijo si no le parecía un poco fuerte la crónica con lo que estaba diciendo, pero que a ella no le pareció así. Ante este comentario Juan Pablo nos pregunta si a alguno de nosotros nos había parecido fuerte, algunos compañeros respondieron que no, otros que podía ser pero que estaba bueno. Rocío dice que le gusto, que ella la había denominado “Crónica Enojada”.
Juan Pablo comenta que a veces cree que aquellos que realizan la crónica sienten que tienen que estar cuidándose de no herir subjetividades. Le pregunta a Romina cómo estaba ahora, una vez que realizo su crónica, ella le contesto que bien.
Vero cuenta que se le vino a la cabeza, con respecto a lo que decía Romina de que acá, en este espacio, dice lo que en otro lado no hubiera dicho, que eso es como un registro. Juan Pablo acota que tomamos este espacio de la facultad como espacio en el que podemos decir que tal cosa nos hincha las pelotas. Le recuerda a Ulloa que habla del pasaje de “yo pienso” a “yo siento”.
A continuación Juan Pablo nos consulta si queremos leer alguna crónica.
Alexis comienza a leer la suya, mientras los demás escuchamos con atención, percibiendo pocos momentos de distracción.
Una compañera dice que le gusto la crónica de Alexis, y más porque era su compañero de grupo para el parcial (aclara que es un chiste), pero que de verdad estuvo bueno porque pudieron hablar de eso.
Mientras lee la crónica, justo comentaba una situación en la que una compañera que él llamo Rosa, había pedido que le contaran sobre la jornada pasada. Rosa, que no es Rosa, interrumpe la lectura de la crónica para aclarar que, en realidad, ella se llama Cecilia (risas). A Juan Pablo le llama la atención que haciendo tanto hincapié en recordar los nombres de los compañeros ya van sucediendo varios olvidos.
Cuando Alexis termino de leer la crónica, Rocío expresa que ella no quiso decir, como se encontraba escrito en la misma, que “tengamos” un buen grupo sino que “parecemos” que fuésemos un buen grupo.
Juan le dice a una compañera que estaba cebando mates que en un momento, mientras Alexis leía la crónica, ella se reía, ¿a qué se debía su risa? Ella le contesta que le causo gracia cuando Alexis leía “”…mi experiencia como psicólogo…”, y el que se haya puesto así le había gustado.
Juan comenta que otra idea que nosotros tenemos de los cronistas es el creer que, quizás, cuando hacemos algún gesto o decimos algo, esto se mal interprete, que pueda ser cambiado, y eso, para el narcisismo de algunos puede significar algo. El hecho de que te cambien la idea que tiraste te hacen sentir como que ya no te pertenece.
A mi personalmente no me sucede eso, si hablo o no depende del tema que se esté tratando y de cómo me encuentre de implicada en el mismo. Confieso que por la hora me suele costar engancharme, aunque a veces surgen temas interesantes.
A vero le surge una hipótesis, puede ser que esto que yo digo o alguien dice se va al medio, se lo doy al colectivo, o quizás, esto de los nombres y la importancia que le damos haga que no se vaya lo que decimos al medio, sino que quede acá.
Ulises cuenta que con su grupo hablaron sobre eso, comenta la experiencia de la jornada, en la que se pasaban la pelota como disparador, siempre que genere algo. Como lo que veíamos en la clase, la dicotomía entre los que hablan y los que no. Si se habla por hablar tampoco genera algo, se va al medio.
Vero agrega que se puede poner algo en el medio, pero que si nadie lo agarra, la dejan en bolas.
Para Juan no es lo mismo hablar por hablar o no decir nada, dice que para él a quienes hablan les sirve que haya unos 20 o 25 que se queden callados, y que a quienes se quedan callados les sirve que haya unos 20 o 25 que hablen, es como si hubiese un “pacto inconsciente”.
Nati comenta que para ella el silencio es necesario, dice haberse expresado mal, en realidad, las personas que quedan en silencio también son necesarias para que marquen al grupo. Ante esto Juan responde con un “no” rotundo.
Nati sigue hablando del trabajo que realizamos en nuestro grupo que, precisamente, trata de los silencios y cuenta que hablamos sobre distintos tipos de silencios, entre ellos está el silencio para reflexionar, ante lo dicho Juan acota que para él sería, más bien, un silencio amarrete. Muchos comparten con nosotras la idea del silencio reflexivo. Una compañera dice que ella hace eso, piensa, reflexiona, antes de hablar pavadas. También piensa que el silencio hace al grupo, todos pensamos de manera diferente.
Con respecto a esta idea de grupo, Juan nos pregunta, sé pregunta, ¿qué es un grupo, qué lo delimita, que importancia tiene la dimensión que le damos al grupo, y cómo estamos implicados?
Otra compañera también cuanta que le sucedió lo mismo mientras hacían el trabajo, dado que se habían puesto a debatir sobre qué era un grupo y si nosotros éramos o no un grupo, cuentan que una de ellas consideraba que no lo éramos, que en realidad sólo somos un conjunto de individualidades, otra creía que sí lo somos dado que un grupo es homogéneo y heterogéneo. Comentan que les costaba darse cuenta de esto y que no pudieron llegar a ninguna conclusión, creyeron que se iba a tocar este tema en la clase y que iba a ser mejor debatirlo en este espacio.
Creo que esta cuestión de si somos o no un grupo surgió en la mayoría de los trabajos, en mi caso, nos hicimos la misma pregunta.
Vero se entusiasma con saber que al menos algo de grupos de lo que se esta discutiendo va a quedar plasmado en las crónicas.
Diego expresa que él se había enojado con Ulises porque no entendía su molestia ante el silencio de los demás, pero que luego que leyó unos textos logro entenderlo. Hace referencia a un texto de Ulloa que le permitió entender el sentido de por qué Ulises necesita del otro. Ivana agrega, ante lo expuesto, que necesita del otro para que no caiga en el vacío, sino que pase la pelota.
A Nati esto le hace acordar a la experiencia, que se hizo en la jornada, de la ronda donde uno salía de su lugar, a veces encontraba rápido otro espacio donde ubicarse y otras veces no. Juan comenta que este ejercicio tiene que ver con el otro como alguien necesario.
Juan Pablo hace una pequeña referencia conceptual relacionada a la noción de implicación. Expresa que en este agrupamiento “implicación” se dice como sinónimo de compromiso, pero en realidad, el callarse puede estar dando cuenta de una sobre implicación y no de una no-implicación. Usamos o entendemos mal el término.
A Vero esto le hace acordar a cuando Ornela decía que se estaba peleando con ella misma por participar. Antes de la intervención que Juan Pablo hizo en ese momento se podía llegar a pensar que no estaba implicada.
Ornela comenta que se censuraba, en realidad, porque iban demasiado rápido, se saltaba de uno a otro y eso no le permitía participar.
Vero, otra compañera, dice que tomamos el silencio como una fachada de que no estamos expuestos, pero que en realidad, todos lo estamos, no sólo quienes hacen la crónica. Aunque estemos cayados la mirada del otro siempre está.
Otra compañera dice que para ella la clase está más buena si todos hablamos, es más rica, de lo contrario, los cronistas están haciendo nada.
Juan comenta algo que sucedió en la clase pasada, cuando él le dijo a Vero que se estaba haciendo la pelotuda, y esto causó que ella se vaya muy afectada de la clase. Muchos compañeros habían registrado esa situación y la aplicaron a sus respectivos trabajos para el parcial.
Esto le hace relacionar a Vero con el inicio de esta clase en que Juan reviso las primeras hojas de los trabajos que entregamos y se fijó en cuántos no aparecía Vero como profesora. Unas compañeras creen que eso puede ser porque Vero tampoco se considera profesora, no se ubica en ese lugar de supuesto saber. Para Juan Pablo, el hecho de que él cobre y este nombrado como profesor y Vero no, son detalles importantes para este posicionamiento.
Nati comenta que es verdad, nosotras tampoco pusimos a Vero como profesora, pero, sin embargo, sí le enviamos nuestro trabajo por mail. Lucas agrega a este comentario, en forma chistosa, que Vero seria una profesora virtual.
Vero se quedó enganchada con lo que Celeste dijo de sujeto supuesto saber, dice que antes de empezar con la cursada a ella le sucedía que también ponía a Juan Pablo en ese lugar. Juan acota que el hecho de que Vero lo ubique ahí, lo dejaba a él muy en pelotas.
Para Nati, Juan es el que sabe hacer disparar algo, no en cuanto a lo conceptual, sino en cuanto al grupo, sabe hacer circular algo.
Para Alexis, una cosa es el sujeto que sabe y otra el sujeto supuesto saber. Juan estaría ocupando el primero de estos lugares.
Rocío dice que Juan está todo el tiempo tratando de correrse de ese lugar de sujeto supuesto saber, a veces lo logra y a veces no. Dice que por algo ella también hablo sobre esto en la crónica, que no fue casualidad.
Una compañera expresa que para ella hay una reticencia nuestra a salir de ese lugar de alumnos, trayendo a colación la necesidad de Lucas de que el profesor le explicara los conceptos de situación y acontecimiento.
Vero comenta que le intriga saber qué pasó, qué condiciones se dieron que de repente sintió que estábamos haciendo una supervisión del equipo. Juan aclara que con equipo Vero se está refiriendo a ellos dos. Para él puede ser favorable traer acá algunos de sus fantasmas, posicionamientos. Juan cuenta que en la clase anterior ciertas operaciones se habían producido en él en un “entre” con algunos y que no podía pensarlo solo, le parecía mejor traerlo y pensarlo entre todos, ya que somos quienes habíamos participado de esa situación.
Rocío le pregunta qué se le había ocurrido que hagamos.
Juan comenta que al salir del práctico pasado se pudo resarcir de ciertos problemas que tiene de la docencia. Dice que a veces se siente muy cómodo coordinando el espacio pero luego se encuentra con su subjetividad docente la cual le hace reflexionar sobre el hecho de que no sabemos los conceptos. Le hace sentir que lo que hace consiste en una capacitación clínica, tiene miedo de estar haciendo un pacto inconsciente donde nosotros no queremos ser evaluados y él no quiere evaluar. Pero, sin embargo, lo va a hacer igual. Eso era lo que quería que pensemos en conjunto.
Para Diego lo que acá aprende es el saber clínico, al texto lo lee cuando quiere, es decir, lo que le importa es aprender a hacer intervención clínica.
Juan Pablo comenta que, hablando de su subjetividad docente, tiene miedo, porque cree muy posible que muchos trabajos no le gusten nada.
Se apaga la luz del pasillo y eso distrae a algunos compañeros. Ya son las 22 hs.
No se había dado ninguna bibliografía, algunos de los chicos le dicen a Juan Pablo que recomiende por mail y él nos dice lo mismo a nosotros.
Nos retiramos.
Alumna: Silvina Suárez
La clase comienza, nuevamente, con silencios al preguntar Juan Pablo quien iba a cronicar. Eso dio el pie para hablar de las crónicas de la semana anterior entre las cuales, una de ellas fue realizada por una compañera que había sido elegida al azar y había expresado el enojo que eso le causó en la misma. Eso lleva a que aquellos compañeros que ya la habían ralizado comenten sobre su experiencia, cómo se habían implicado y lo satisfactorio que, en la mayoría de los casos, les había resultado.
Ante esto, a Vero le surgen dos preguntas:
- ¿por qué los que hablan son aquellos que ya la hicieron y no los que están cayados sin querer cronicar, pudiendo comentar por qué no quieren?, y;
- ¿Por qué siente que estamos, nuevamente, intentando vender lo bueno que estaría hacerla?
Una vez hechas esas preguntas, Melisa dice que a ella le paso que después de escuchar todos los comentarios, que fueron muy buenos, le dio ganas de hacerla, inclusive luego de haber estado hablando sobre su negativa a realizarla, antes de comenzar la clase.
A mi me paso lo mismo, yo era quien había hablado con Melisa sobre hacer la crónica, y ambas decíamos que hasta que no nos tocara por obligación, es decir, una vez que Juan Pablo recurriera a la lista y eligiera al azar, no la íbamos a hacer. En mi caso personal, lo que me sucedía era que estaba ocupada con diversos trabajos para la facu, más el laburo, no me daban los tiempos, estaba cansada y creía que el realizar la crónica me iba a llevar más tiempo. Sin embargo, al escuchar los comentarios, a mí también me dieron ganas y me ofrecí para hacerla.
Cuando empecé a escribir me paso que comencé a enojarme por haberme ofrecido, yo sabía que me cuesta retener lo que los demás compañeros dicen y eso mismo me estaba pasando, no podía recordar todo lo que se hablaba, y si hacia hincapié en las palabras, el sentido de la conversación se me perdía, por lo cual no podía seguir escribiendo. Intente relajarme y prestar atención sin importar perderme en los detalles.
Juan pregunta cómo nos fue haciendo los trabajos del parcial, y Nati le responde que en su caso (que es mi caso, dado que soy una de las integrantes de su grupo) lo hicimos tomando como eje los silencios, que nos había costado arrancar pero que después estuvo bueno.
Se produce silencio.
Lucas comenta que a su grupo le pareció una experiencia buenísima, que hasta tenían ganas de hacer una crónica de ello. Cuenta que hubo broncas, enojos, de todo.
Diego, que era otro de los integrantes del grupo de Lucas, también comenta lo buena que estuvo la experiencia, en la cual discutieron, y todo lo que surgió ahí estuvo bárbaro. Magdalena, tercer integrante cuenta que Lucas había enviado un mail diciendo que le chupaba un huevo el parcial, que lo importante era que disfrutaran de eso. En un momento, comenta Lucas, cayó la mamá de Ivana y eso también hizo que el grupo cambiara.
Lucas supuso que hoy se iba a hablar de la experiencia, de este laburo, y ellos (él y sus compañeros de grupo) creían que estaba bueno traerlo a la clase, contar lo que les había pasado y lo que habían sentido.
Juan dice que le llama la atención el hecho de que nos chupe un huevo el trabajo, cómo aprobar la materia, y que cuando Lucas trae conceptos, lo cagamos a pedo (esto se relaciona con un chiste que se le hizo en base a los conceptos de situación y acontecimiento que Lucas retomaba en las sucesivas clases en busca de una explicación de los mismos). Esto le llama la atención.
Diego le contesta que a él le sucedió que en la clase anterior se había quedado enojado cuando Juan Pablo nos dijo que parece que intentamos volver a lo disciplinario. Diego comento que esto lo enojo pero que también lo llevo a leer los textos.
A Juan le llama la atención el hecho de que nos manden a cronicar, nos den una guía para el parcial, nos manden a leer, nos lleva a nosotros, en tanto alumnos, a confrontar con la cátedra. Eso es raro, ¿no? Juan Pablo nos pregunta si acaso no estaremos desmintiendo esto que aparece tanto, que aparece como un mecanismo de defensa.
Romina le responde que, para ella, esto se remarca por la diferencia que tiene esta materia con las otras. Y recuerda que ella es la número 5, de la cual se refirieron anteriormente cuando se hablaba de la crónica de la clase pasada.
Llegan 4 compañeros, Juan Pablo nos pide que esperemos para seguir hasta que los chicos se acomoden.
Romina continua diciendo que cuando hacía la crónica puso tres veces que le molestaba el estar haciéndola y que lo hizo porque sintió que en esta materia se podía decir y que en otro lugar quizás no lo escribiría. Comenta que cuando escribió la crónica se la dio a leer a alguien ajeno a la cursada y que esta persona le dijo si no le parecía un poco fuerte la crónica con lo que estaba diciendo, pero que a ella no le pareció así. Ante este comentario Juan Pablo nos pregunta si a alguno de nosotros nos había parecido fuerte, algunos compañeros respondieron que no, otros que podía ser pero que estaba bueno. Rocío dice que le gusto, que ella la había denominado “Crónica Enojada”.
Juan Pablo comenta que a veces cree que aquellos que realizan la crónica sienten que tienen que estar cuidándose de no herir subjetividades. Le pregunta a Romina cómo estaba ahora, una vez que realizo su crónica, ella le contesto que bien.
Vero cuenta que se le vino a la cabeza, con respecto a lo que decía Romina de que acá, en este espacio, dice lo que en otro lado no hubiera dicho, que eso es como un registro. Juan Pablo acota que tomamos este espacio de la facultad como espacio en el que podemos decir que tal cosa nos hincha las pelotas. Le recuerda a Ulloa que habla del pasaje de “yo pienso” a “yo siento”.
A continuación Juan Pablo nos consulta si queremos leer alguna crónica.
Alexis comienza a leer la suya, mientras los demás escuchamos con atención, percibiendo pocos momentos de distracción.
Una compañera dice que le gusto la crónica de Alexis, y más porque era su compañero de grupo para el parcial (aclara que es un chiste), pero que de verdad estuvo bueno porque pudieron hablar de eso.
Mientras lee la crónica, justo comentaba una situación en la que una compañera que él llamo Rosa, había pedido que le contaran sobre la jornada pasada. Rosa, que no es Rosa, interrumpe la lectura de la crónica para aclarar que, en realidad, ella se llama Cecilia (risas). A Juan Pablo le llama la atención que haciendo tanto hincapié en recordar los nombres de los compañeros ya van sucediendo varios olvidos.
Cuando Alexis termino de leer la crónica, Rocío expresa que ella no quiso decir, como se encontraba escrito en la misma, que “tengamos” un buen grupo sino que “parecemos” que fuésemos un buen grupo.
Juan le dice a una compañera que estaba cebando mates que en un momento, mientras Alexis leía la crónica, ella se reía, ¿a qué se debía su risa? Ella le contesta que le causo gracia cuando Alexis leía “”…mi experiencia como psicólogo…”, y el que se haya puesto así le había gustado.
Juan comenta que otra idea que nosotros tenemos de los cronistas es el creer que, quizás, cuando hacemos algún gesto o decimos algo, esto se mal interprete, que pueda ser cambiado, y eso, para el narcisismo de algunos puede significar algo. El hecho de que te cambien la idea que tiraste te hacen sentir como que ya no te pertenece.
A mi personalmente no me sucede eso, si hablo o no depende del tema que se esté tratando y de cómo me encuentre de implicada en el mismo. Confieso que por la hora me suele costar engancharme, aunque a veces surgen temas interesantes.
A vero le surge una hipótesis, puede ser que esto que yo digo o alguien dice se va al medio, se lo doy al colectivo, o quizás, esto de los nombres y la importancia que le damos haga que no se vaya lo que decimos al medio, sino que quede acá.
Ulises cuenta que con su grupo hablaron sobre eso, comenta la experiencia de la jornada, en la que se pasaban la pelota como disparador, siempre que genere algo. Como lo que veíamos en la clase, la dicotomía entre los que hablan y los que no. Si se habla por hablar tampoco genera algo, se va al medio.
Vero agrega que se puede poner algo en el medio, pero que si nadie lo agarra, la dejan en bolas.
Para Juan no es lo mismo hablar por hablar o no decir nada, dice que para él a quienes hablan les sirve que haya unos 20 o 25 que se queden callados, y que a quienes se quedan callados les sirve que haya unos 20 o 25 que hablen, es como si hubiese un “pacto inconsciente”.
Nati comenta que para ella el silencio es necesario, dice haberse expresado mal, en realidad, las personas que quedan en silencio también son necesarias para que marquen al grupo. Ante esto Juan responde con un “no” rotundo.
Nati sigue hablando del trabajo que realizamos en nuestro grupo que, precisamente, trata de los silencios y cuenta que hablamos sobre distintos tipos de silencios, entre ellos está el silencio para reflexionar, ante lo dicho Juan acota que para él sería, más bien, un silencio amarrete. Muchos comparten con nosotras la idea del silencio reflexivo. Una compañera dice que ella hace eso, piensa, reflexiona, antes de hablar pavadas. También piensa que el silencio hace al grupo, todos pensamos de manera diferente.
Con respecto a esta idea de grupo, Juan nos pregunta, sé pregunta, ¿qué es un grupo, qué lo delimita, que importancia tiene la dimensión que le damos al grupo, y cómo estamos implicados?
Otra compañera también cuanta que le sucedió lo mismo mientras hacían el trabajo, dado que se habían puesto a debatir sobre qué era un grupo y si nosotros éramos o no un grupo, cuentan que una de ellas consideraba que no lo éramos, que en realidad sólo somos un conjunto de individualidades, otra creía que sí lo somos dado que un grupo es homogéneo y heterogéneo. Comentan que les costaba darse cuenta de esto y que no pudieron llegar a ninguna conclusión, creyeron que se iba a tocar este tema en la clase y que iba a ser mejor debatirlo en este espacio.
Creo que esta cuestión de si somos o no un grupo surgió en la mayoría de los trabajos, en mi caso, nos hicimos la misma pregunta.
Vero se entusiasma con saber que al menos algo de grupos de lo que se esta discutiendo va a quedar plasmado en las crónicas.
Diego expresa que él se había enojado con Ulises porque no entendía su molestia ante el silencio de los demás, pero que luego que leyó unos textos logro entenderlo. Hace referencia a un texto de Ulloa que le permitió entender el sentido de por qué Ulises necesita del otro. Ivana agrega, ante lo expuesto, que necesita del otro para que no caiga en el vacío, sino que pase la pelota.
A Nati esto le hace acordar a la experiencia, que se hizo en la jornada, de la ronda donde uno salía de su lugar, a veces encontraba rápido otro espacio donde ubicarse y otras veces no. Juan comenta que este ejercicio tiene que ver con el otro como alguien necesario.
Juan Pablo hace una pequeña referencia conceptual relacionada a la noción de implicación. Expresa que en este agrupamiento “implicación” se dice como sinónimo de compromiso, pero en realidad, el callarse puede estar dando cuenta de una sobre implicación y no de una no-implicación. Usamos o entendemos mal el término.
A Vero esto le hace acordar a cuando Ornela decía que se estaba peleando con ella misma por participar. Antes de la intervención que Juan Pablo hizo en ese momento se podía llegar a pensar que no estaba implicada.
Ornela comenta que se censuraba, en realidad, porque iban demasiado rápido, se saltaba de uno a otro y eso no le permitía participar.
Vero, otra compañera, dice que tomamos el silencio como una fachada de que no estamos expuestos, pero que en realidad, todos lo estamos, no sólo quienes hacen la crónica. Aunque estemos cayados la mirada del otro siempre está.
Otra compañera dice que para ella la clase está más buena si todos hablamos, es más rica, de lo contrario, los cronistas están haciendo nada.
Juan comenta algo que sucedió en la clase pasada, cuando él le dijo a Vero que se estaba haciendo la pelotuda, y esto causó que ella se vaya muy afectada de la clase. Muchos compañeros habían registrado esa situación y la aplicaron a sus respectivos trabajos para el parcial.
Esto le hace relacionar a Vero con el inicio de esta clase en que Juan reviso las primeras hojas de los trabajos que entregamos y se fijó en cuántos no aparecía Vero como profesora. Unas compañeras creen que eso puede ser porque Vero tampoco se considera profesora, no se ubica en ese lugar de supuesto saber. Para Juan Pablo, el hecho de que él cobre y este nombrado como profesor y Vero no, son detalles importantes para este posicionamiento.
Nati comenta que es verdad, nosotras tampoco pusimos a Vero como profesora, pero, sin embargo, sí le enviamos nuestro trabajo por mail. Lucas agrega a este comentario, en forma chistosa, que Vero seria una profesora virtual.
Vero se quedó enganchada con lo que Celeste dijo de sujeto supuesto saber, dice que antes de empezar con la cursada a ella le sucedía que también ponía a Juan Pablo en ese lugar. Juan acota que el hecho de que Vero lo ubique ahí, lo dejaba a él muy en pelotas.
Para Nati, Juan es el que sabe hacer disparar algo, no en cuanto a lo conceptual, sino en cuanto al grupo, sabe hacer circular algo.
Para Alexis, una cosa es el sujeto que sabe y otra el sujeto supuesto saber. Juan estaría ocupando el primero de estos lugares.
Rocío dice que Juan está todo el tiempo tratando de correrse de ese lugar de sujeto supuesto saber, a veces lo logra y a veces no. Dice que por algo ella también hablo sobre esto en la crónica, que no fue casualidad.
Una compañera expresa que para ella hay una reticencia nuestra a salir de ese lugar de alumnos, trayendo a colación la necesidad de Lucas de que el profesor le explicara los conceptos de situación y acontecimiento.
Vero comenta que le intriga saber qué pasó, qué condiciones se dieron que de repente sintió que estábamos haciendo una supervisión del equipo. Juan aclara que con equipo Vero se está refiriendo a ellos dos. Para él puede ser favorable traer acá algunos de sus fantasmas, posicionamientos. Juan cuenta que en la clase anterior ciertas operaciones se habían producido en él en un “entre” con algunos y que no podía pensarlo solo, le parecía mejor traerlo y pensarlo entre todos, ya que somos quienes habíamos participado de esa situación.
Rocío le pregunta qué se le había ocurrido que hagamos.
Juan comenta que al salir del práctico pasado se pudo resarcir de ciertos problemas que tiene de la docencia. Dice que a veces se siente muy cómodo coordinando el espacio pero luego se encuentra con su subjetividad docente la cual le hace reflexionar sobre el hecho de que no sabemos los conceptos. Le hace sentir que lo que hace consiste en una capacitación clínica, tiene miedo de estar haciendo un pacto inconsciente donde nosotros no queremos ser evaluados y él no quiere evaluar. Pero, sin embargo, lo va a hacer igual. Eso era lo que quería que pensemos en conjunto.
Para Diego lo que acá aprende es el saber clínico, al texto lo lee cuando quiere, es decir, lo que le importa es aprender a hacer intervención clínica.
Juan Pablo comenta que, hablando de su subjetividad docente, tiene miedo, porque cree muy posible que muchos trabajos no le gusten nada.
Se apaga la luz del pasillo y eso distrae a algunos compañeros. Ya son las 22 hs.
No se había dado ninguna bibliografía, algunos de los chicos le dicen a Juan Pablo que recomiende por mail y él nos dice lo mismo a nosotros.
Nos retiramos.
martes, 5 de octubre de 2010
Sonoridades con cuerpo
Sonoridades con cuerpo
“es tan fuerte el peso de la herencia mecánica,
la potencia y la inmensa presencia de sus
imágenes “claras y distintas” en nuestra vida cotidiana
y en las prácticas profesionales,
que nos cuesta un inmenso esfuerzo de pensamiento
buscar otras formas de comprender nuestra propia experiencia como cuerpos.”
Este escrito es una afección[1] de un encuentro múltiple donde nos proponemos acercarles un diálogo sobre la corporalidad del posicionamiento clínico, el cuerpo en la clínica, el clínico y su cuerpo.
El dualismo Mente-Cuerpo se disemina en múltiples tentáculos en nuestras conversaciones: en las palabras que nos brotan, en las definiciones que nos hablan, en la dificultad de reflexión cuando queremos atravesar su fijeza cuidadosamente amansada… Sin embargo, pese al canto acunado de una modernidad que tantos pregonan agonizante, ciertas experiencias, vivencias, prácticas clínicas nos declaman nuevos caminos de pensamiento.
Incluso andando y serpenteando senderos insospechados, muchas veces a tientas, caemos una y otra vez en las dicotomías mecánicas; pero el desafío nos sigue interpelando en la necesariedad de un movimiento que engendre nuevas herramientas a los problemas que nos fundan.
Convocadas entonces por los mismos interrogantes, armonizamos cuerpo (una corporalidad de tres, si de discriminaciones cuantitativas se trata) en estas letras, en este preciso instante del mundo, donde el texto se gesta una y otra vez en tantos ojos que los leen y en esta corporalidad escribiente, que invita a otros a conectarse con nuevas cadencias, intentando despojarnos de las muletas obsoletas donde un cuerpo-sustancia se pretende ajeno a la capacitación del clínico.
Nuestros cuerpos discretos, ritualizados, individuados, marcados por las modas, por momentos olvidados, avergonzados, arrebatados, hiperexpresados en pantallas virtuales, anestesiados en los recintos del saber-“abstinente”, en la caricatura imposible del psi-insensible, son confrontados por ciertas experiencias que nos alteran, mutando quizas en encuentros fugaces, el adiestrado cuerpo-sustancia en superficie conectiva, pasible de resonar y componer con otros cuerpos.
En la “experiencia”[2], se descubre la propia vulnerabilidad, aquello que una y otra vez escapa a nuestro saber, alterándonos en sujeto pasional, receptivo, expuesto. La apertura al adiestramiento instrumental, habilita para el clínico la visibilidad de múltiples registros que perforan la lógica representacional.
Hablar por lo tanto del bagaje instrumental, de la caja de herramientas disponible para el hacer clínico nos implica desfasarnos de discusiones que desde este nudo del problema, carecen de sentido, tales como dispositivos individuales versus dispositivos grupales; clínica de la psicosis, clínica de niños, clínica de grupos, etc.
La disponibilidad instrumental del cuerpo-afección permite capturar los ínfimos haces por los que los cuerpos circulan, posibilitando el registro de las intensidades no significables y la potencia de un hacer no reductible a la palabra, quien obsoleta, tantas veces demuestra su impotencia, su límite palpable, su no-lugar.
Nos proponemos entonces, compartir un diálogo, una composición de problemas a partir de los cuales repensar las viejas categorías y arriesgar una fuga de pensamiento sobre el cuerpo en el posicionamiento clínico, por considerar la experiencia en el cuerpo, insoslayable en un proceso de capacitación clínica.
Sobre lo escrito en el cuerpo
¿Qué caminos hemos tenido que desandar para trazar nuevas geografias? Algunos de las siguientes:
- El psicólogo “no se involucra” con el paciente.
- ¿Como se va a afectar el psicólogo si debe ser abstinente? ¿Como va a “sentir” el Psicólogo? No es ético.
- El saber (textos, autores) nos darán la pericia para el posicionamiento clínico y el “timing” de la intervención.
- Trabajar con el cuerpo debe implicar un saber especializado en técnicas psicodramáticas.
Que fundamentos se encuentran a la base de estos presupuestos:
Una conceptualización, una vivencia, una historia relatada y encarnada de unos cuerpos moldeados por dispositivos de saber-poder de la modernidad: El cuerpo cartesiano, res extensa en oposición e independencia de una sustancia pensante; y un pensamiento disociado y obstaculizado por los afectos; ellos reductos neutros que en ocasionales circunstancias establecen relaciones de comunicación o influencias mutuas. Hablaríamos básicamente del cuerpo anatómico individual coincidente con un “individuo”, la conjunción del atomismo y el dualismo cartesiano.
Recordando a Michel Foucault, el “cuerpo” disciplinario conlleva en sì la individualidad, sustancialidad, un lugar en el espacio, relaciones con otros cuerpos individuales, un saber sumativo sobre sus propiedades y características; normalización o estandarización de sus formas y manifestaciones. La misma producción disciplinaria, captura el cuerpo como Uno, asimilándolo a Un Sujeto, Una Subjetividad, conformando así, una célula indisociada, totalidad discreta, que invisibiliza sus diferencias, y potencias.
En tales distribuciones, el cuerpo del psicólogo está cuidadosamente disciplinado por categorías donde se promociona inalterable, imperturbable en la situación clínica y hasta un obstáculo a sortear. En ciertas circunstancias hasta escuchamos resonar frases como “ahí hay que poner el cuerpo”; y entonces nuevamente tintinean las categorías disciplinarias… ¿de qué cuerpo se trata en ese enunciado? ¿Podrá “ponerse” y “sacarse” el cuerpo de acuerdo a situaciones clínicas especificas? ¿Poner el cuerpo, será un acto garantizado por la voluntad expresa? ¿Su mera enunciación nos garantiza la disponibilidad de las herramientas acordes? ¿Poner el cuerpo, será un acto sacrificial y heroico?
En el tope necesario que las categorías estancas nos imponen, nos encontramos dialogando con cierta concepción, en donde las producciones de subjetividades no coinciden necesariamente con ese cuerpo Uno.
¿Donde esta el limite del cuerpo? Rápidamente en una evocación corporal podríamos coincidir que en una experiencia la dimensión cronometrada del tiempo se expande hasta hacerse absurda, la percepción de la epidermis como límite de un cierto cuerpo individual se vuelve mas versátil y la discriminación e individualización de esos otros cuerpos con los cuales se habita tal o cual situación se vuelve obsoleta; porque lo que allí circula y anima es un movimiento innombrable.
Entonces, la pregunta insiste ¿Qué es un cuerpo, dónde esta su limite? La respuesta desde Spinoza no se sitúa a nivel anatómico; sino a nivel de la Potencia. Los grados de potencia remiten a poderes de ser afectado, siendo los afectos las intensidades de la que un ser es capaz. Entre las pasiones Spinoza sitúa la alegría y la tristeza: mis afectos son tristes cuando mi potencia de actuar disminuye, la potencias potencia se sustraerán cuando están ocupadas en luchar contra la tristeza; al contrario los afectos son alegres la potencia de la cosa que los afecta y la vuestra se componen y adicionan, de esta manera la potencia de actuar se expande.
La potencia de actuar aumenta o disminuye según los afectos que se padezcan. Un cuerpo entonces, puede componerse de muchos individuos de distinta naturaleza, los cuales están afectados de una infinidad de maneras. Un cuerpo se define por una cierta potencia de afectar y ser afectado y por una cierta relación de movimiento y reposo, por una potencia fundamental de existir y actuar.
Entiéndase bien, afectar es producir alteración o mudanza en algo, una materia afectiva es aquella capaz de afectar y ser afectada; de manera que reducir la potencia del concepto al uso displicente de las palabras que nombran a los afectos, seria banalizarlo y desvirtuarlo al modo del talk show y el melodrama.
En estas conversaciones sobre la disponibilidad instrumental de la sensibilidad nos preguntamos qué concepciones y experiencias de cuerpo están siendo producidas en la subjetividad contemporánea y qué de ello resulta un obstáculo para nuestra capacitación como clínicos.
¿Qué lugar tiene el cuerpo en la Universidad? Como materialidad pensemos nuestro cotidiano: pasillos atiborrados de cuerpo que chocan, se entrecruzan, se enredan y se indiscriminan con el exceso pujante de la contaminación visual. En las aulas los cuerpos se inmovilizan, acorralados en su pequeño territorio circunscripto por el pupitre. Como cuerpo pensado en la clínica, se reduce aún mas su visibilidad y con ello su disponibilidad, ya que para la formación el cuerpo bien podría ser prescindible para el dispositivo universitario… para la universidad bastan unos ojos lectores, una oreja disciplinada en la receptividad de lo que debe ser aprendido y una boca capaz de articular lo que debe ser dicho.
¿Qué producciones de subjetividades contemporáneas asistimos, componemos y/o padecemos?
Situemos esta imagen: un millonario elige sus hijos por catálogo, y compra novias en un concurso de televisión.
Desde lo planteado por Franco Berardi a la hipersexualizacion contemporánea, corresponde una des-sensibilización creciente. El sexo es publicitado, etiquetado, catalogado, circula e impregna todo mensaje de difusión pública, se practica vía Internet, prolifera en discursos y prácticas cotidianas, se vuelve ritual que se despoja cada vez mas de la Sensibilidad; entendida como comprensión y participación en el sentir del otro, en el hacer con el otro una experiencia sensible… los matices de la experiencia placentera y los avatares perceptibles del sufrimiento se coagulan en el cuerpo individual, se digitalizan, codifican, se aíslan tras una epidermis adormecida.
Otra imagen: escaleras de la facultad, un cuerpo tropieza y se desploma escalones abajo en plena hora pico, en el embotellamiento se vuelve un obstáculo más a esquivar.
Con Roberto Esposito vislumbramos las producciones de supervivencia negativas, donde en el afán de preservarse, el cuerpo se amuralla, instrumenta los mecanismos necesarios para la supervivencia situacional impermeabilizando su superficie, reduciendo la reciprocidad a un intercambio en cortocircuito con unos otros prescindibles para la experiencia. Los despliegues inmuntarios producen cuerpos solos, porque la disponibilidad a hacer común requiere del necesario movimiento de la entrega del ser al otro, arriesgar sin garantías el ser como don, su potencia vital.
La producción inmune se resguarda de la percepción de la contingencia y en esa anestesia preventiva, sobrevive sin arriesgar, perdiéndose u opacándose imperceptiblemente. El cuerpo inmune restaura la Lógica de lo Uno al oponer el Individuo al común e invisibiliza el plano de las producciones colectivas; haciendo del cuerpo una propiedad individuada y rigidizada.
La Mortificación desarrollada por Ulloa, como velo quejumbroso que impregna los espacios, un adormecimiento acostumbrado, una grisura que suprime la posibilidad de pensamiento de lo que sucede, que coarta la movilidad de la reflexión y las fisuras donde impulsar una alteración. En tal vivencia restrictiva el animo se opaca, rebuzna quejas proyectadas a otros espacios imaginarios y compone en el fastidio a unos “otros” siempre ausentes que escatiman soluciones prefabricadas.
Cuerpos disciplinados, despliegues inmunitarios, producciones contemporáneas de des-sensibilización, mortificación expandida en climas emocionales grises, entretejen un cuerpo del clínico en la intemperie, desprovisto de su potencia y superficie vibrátil, ante la sola idea del encuentro clínico, lo invade la vivencia de la desolación.
Nos vivimos solos, urgidos de drenar el miedo en las terapias de cada cual, responsabilizando a las currículas de la formación, consultando enciclopedias letradas, buscando el texto que nos rescate del naufragio…
Podemos producir y habitar cuerpos preventivamente sustraídos, cuerpos reactivamente anestesiados o bien cuerpos-sustancia disciplinados; producciones positivas o bien modalidades defensivas de sustracción, de todas formas producen cuerpos reductos, que no solo ensordecen su potencia sino que nos deja inermes en los avatares y multidimensionalidad del encuentro clínico.
Etica del cuerpo como instrumento en la clínica: asonancia, vibracion, instrumento.
¿Por qué tantos hablarían de la Abstinencia como prescripción metodológica, si no hubiera cuerpo allí en la situación clínica? Abstinencia no implica des-sensibilizarse.
Proponemos la necesaria alteración que permita devenir un cuerpo asonante en cuerpo vibrátil, para habilitar con ello una progresiva disponibilidad instrumental del cuerpo. Ésta supone una estructura de demora que permita servirnos de la afectación para intervenir en la situación.
Disponer el cuerpo en de la situación clínica implica sintonizar la reciprocidad y el juego cadencial entre resonar y no perderse en su captura; tolerar de modo versátil el flujo de afectos circundantes, que requiera dialogar con las herramientas disponibles y a su vez arriesgar la producción inmanente de herramientas o procedimientos de intervención imposibles de traspolar a situaciones otras.
Requiere entonces una cierta disponibilidad a la afección, a volverse superficie resonante, en exposición a la alteridad.
El cuerpo como “brújula” en su actualización ética, siguiendo a Suely Rolnik, compone una corporalidad que opera en función de los intereses de la vida y que conllevan en su ética el ejercicio de las potencias del cuerpo. Dirá que la capacidad vibrátil[3] remite a los cuerpos capaces de afectarse, a la capacidad sensible de darle presencia, vida, al otro en mi cuerpo, con un grado significativo de exposición a la alteridad que expanda la potencia vital. Y explica: “la vulnerabilidad, como potencia y no como debilidad, es lo que permite aprovechar lo que trae el otro, es condición para que el otro pueda convertirse en presencia viva y no quede reducido a objeto. Ser vulnerable implica la activación de lo sensible.”[4]
Con el “Estar sensible” nos referimos a aquello definido por Susana Kesselman como “la capacidad de orientar la atención hacia las sensaciones que emergen, tanto al registro de formas, pesos, temperaturas, texturas, consistencias, direcciones, distancias, volúmenes, formas de hacer los movimientos, ritmos, como a sensibilidades sin nombre (por los bordes de las percepciones dominantes), de consciencia brumosa: intensidades, planos, flujos, movimientos de las vísceras. Estas sensibilidades apuntan a la preparación del territorio de experimentación y percepción, a una disposición a la fragilidad dada por la naturaleza de la sensación, a la no espera de resultados, a la no valoración crítica de lo que viene del cuerpo, a despertar la inquietud para la captación de lo pequeño.”[5]
Y entonces nuevas preguntas, ¿Qué puede un cuerpo? ¿Que ficciones disminuyen su potencia? ¿Que anudamientos contribuyen a estancar la corporalidad dinámica en un solo cuerpo-sustancial indisponible a la alteración, fijando e inmovilizando su potencia?
Estos interrogantes nos sitúan en el problema nunca acabado de la ética que funda nuestras prácticas; una ética que también desde este movimiento se sacude los vestigios de definición trascendente y multiuso, para componerse dinámicamente sobre las producciones de existencia.
Lo Clínico mas allá del Dispositivo
Tal y como enunciáramos en la introducción, y ahora, tras haber compartido algunos avatares de nuestro pensamiento es que se hace mas clara la inoperancia de establecer el eje de la discusión en la cantidad de miembros de la situación clínica…
La disponibilidad del cuerpo no se define por dispositivos individuales o grupales, psicodramáticos, con psicosis, con niños, con adictos; del mismo modo que vuelve impotente la discusión sobre los saberes disciplinarios como garantes de destrezas para la intervención.
El cuerpo como instrumento clínico efectúa su potencia en la captura de un gesto, la receptividad de un matiz afectivo innombrable, la flexibilidad de tomar el gesto e instrumentar un procedimiento (conocido o inventado) y que en la posibilidad de la apertura habilite nuevas potencias.
Del mismo modo, consultorios con divanes, hospitales públicos, aulas de universidad no pueden pretenderse prácticas solitarias entre psicólogos y pacientes / estudiantes /actores institucionales que realizan un encargo de intervención. El psicólogo dialoga, naufraga, se enreda o incluso se asfixia, en prácticas institucionales, procedimientos de gestión, discursos de la institución de los que no puede pretenderse esterilizado, el cuerpo que se constituye en el ámbito de sus practicas se produce entonces en consonancia o disonancia con estos elementos insoslayables.
Es por ello que concidiendo con Denise Najmanovich no se trata de “disolver al individuo en una masa indiferenciada” sino capacitarnos en una corporalidad que conlleva un proceso continuo de individuación e intercambio, de autonomías ligadas, de arquitectura multidimensional. En esta búsqueda y composición ética, centrarnos en un cuerpo sustancia como inmutabilidad atómica ya nos queda escaso...
Es desde la interpelación de nuestras prácticas, de la necesariedad de componer otra vivencia y conceptualización del cuerpo, desde la cual proponemos el pasaje desde el cuerpo asonante, haciendo activa la vulnerabilidad y con ello la fragilidad de la superficie corporal, disponible a conectar y resonar con los múltiples elementos, significantes y a-significantes, y el necesario trabajo sobre la afectación que haga de ello un instrumento clínico. Por ello: de la asonancia a la vibratilidad, y de la vibratilidad al instrumento.
Habilitar la porosidad para lo múltiple y heterogéneo será un requisito indispensable para luego trabajar la disponibilidad instrumental del cuerpo como superficie vibrátil. Hacer cuerpo, componer corporalidad no es sin otros… porque es en los encuentros donde se efectúa la existencia.
Miriam Glaz, Maria Florencia Moratti Serrichio, Verónica Urbieta
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