Crónica Nº 6
Melisa Morales
6/10/10
Casi todos a medida que entrabamos íbamos dejándole a Juan Pablo nuestro trabajo. No recuerdo muy bien con que tema se inicio la clase. Yo estaba bastante distraída así que me propuse a mi misma ir haciendo anotaciones de lo que se hablaba en la clase creyendo que eso me iba a hacer prestar más atención. Juan Pablo preguntó quienes serían los cronistas de la clase generándose silencio y cruce de miradas, cuestión que sucede con frecuencia cuando se habla de este tema. Así comenzaron varios compañeros a opinar acerca de su experiencia como cronistas. Ornela comentó que a ella le resultó más placentero escribir que hablar en clase. Otra compañera (no recuerdo el nombre) lo relacionó con la capacidad de escucha y de hacer un registro clínico (me gusto esta idea). También se hablo de lo que se guarda el que hace la crónica y Verónica menciona que nuevamente tiene la sensación de estar vendiendo la crónica, los que hablan son los que ya la realizaron. Hasta ahora nadie se había ofrecido a hacerla. En este momento, creo que de una manera bastante espontánea, dos compañeras Melisa y Silvina se ofrecen como cronistas. A ellas me uno yo, otra Melisa, ya que tenía algún apunte de lo que se venía hablando. Melisa comenta que suele escribir lento y que espera poder tomar registro de lo que se habla. Yo pregunto si, a pesar de ser la cronista, me puedo retirar antes porque tomo el tren de las 22 horas. Luego de todo esto por fin se termina el engorroso tema de la crónica. Juan Pablo comenta que parece ser que sí estaban vendiendo la crónica y que es extraño que se diga que los cronistas son los que están expuestos al dejar algo escrito cuando justamente en esta clase todos estábamos dejando una producción escrita. ¿Tendrá algo que ver? se pregunta. Así se inicia el tema de cómo nos fue con los trabajos.
Natalia nos dice que les fue difícil arrancar y que, finalmente, decidieron arrancar por un eje, sabiendo que luego surgirían otros. El eje que tomaron fue el silencio. (Juan Pablo se levanta a buscar un mate) Lucas, muy contento, dice que a ellos les pareció genial y que les dió ganas de hacer una crónica de lo que pasaba durante la realización del trabajo. Diego también comenta que la experiencia estuvo muy buena y que no la busquen en el papel (risas). Juan Pablo, sin embargo, dice que espera encontrar todo en el trabajo. Magdalena, Ivana y Rocío (quienes están en el grupo con los chicos) también nos cuentan lo interesante y divertida que les pareció la experiencia. Verónica nos comenta que fue a una presentación de un libro en el cual en vez de editarse lo que el autor había escrito se editaron los comentarios en el margen que iba haciendo mientras escribía. Siguen hablando de la experiencia.
Diego en este momento interrumpe y, acto seguido, pregunta si alguien más quiere hablar porque ahora se da cuenta que interrumpe. Surgen algunas risas. Nos cuenta que en la última clase le había dado bronca que Juan Pablo mencionara el volver a lo disciplinario. Comenta que no le gustaba la idea de volver a lo disciplinario para que hagamos las cosas pero que, en sí, esto es lo que lo había llevado a leer. Juan Pablo se interesa por esto y dice que lo llena de preguntas, que sorprende la obligación de cronicar o el instructivo del parcial, “parece que estamos desmintiendo lo que hay de disciplina” (cita no textual), el no poder salir del aula, el tener que pedir permiso para retirarse antes, las notas. Ro (la número 5) opina que esta es la diferencia que ve con las otras materias (interrumpe el grupo que faltaba, ruidos, se acomodan). Continúa Ro, habla de que en su crónica puso tres veces que no le había gustado que la obligaran a hacerla, y que esto lo escribió porque sintió que esta materia la daba la posibilidad de opinar cuando en otros casos no lo hubiera escrito. Acá aclara “ah, y Carlos es Diego”. “Charly para vos”, contesta Diego. Muchas risas, me pierdo un poco porque recordé como la habíamos cargado durante la semana por eso. Juan Pablo pregunta si nos habían parecido muy fuertes sus comentarios y varios comentan sobre el tema. Magdalena la llamaba la crónica de la enojada y otros chicos (creo que el grupo que hizo la crónica numero 2) dicen que a ellos les había gustado.
En este momento, Juan Pablo hace unos comentarios sobre esta cuestión que surgió de cuidar a los demás al escribir y Verónica habla del tema de poner o no poner algo, de hacer como si no estuviera. Me pierdo un poco, me doy cuenta que me había olvidado de que tenía que prestar atención y anotar! Algo que registre y me gusto fue que Juan Pablo dijo “pudimos hacer un espacio donde se puede decir ¡esto me hincho las pelotas!” a lo que Diego agrega que no es solo un espacio de catarsis sino que podemos hablar, un paso más de la bronca.
Se produce un pequeño silencio y Juan Pablo propone leer una crónica, hablan acerca de la crónica de Alexis y lo invitan a leerla. Él comienza a leerla. Yo contesto un mensaje que me había llegado y cuando vuelvo a prestar atención me doy cuenta de que me había perdido algo, acerca de futbol creo. Lee que Rosa dice algo y esta persona aclara que se llama Cecilia, si yo no hubiera estado ocupada cronicando aclararía que soy Melisa y no Melina, como aparece en un par de crónicas. Otros cuentan otros cambios de nombre y todos nos reímos cuando lee la parte de que a Lucas le gusta tocarse. Mientras Alexis lee me doy cuenta de que hoy somos un círculo y que por primera vez hay gente sentada al lado de “los profes”. Justo en este momento Alexis lee algo sobre este tema. Termina de leer.
Rocío comenta que un comentario de ella fue tomado como afirmación cuando no lo era y Juan Pablo analiza que esta el tema de que los que hablan pueden ser mal interpretados por los cronistas y que para el narcisismo de algunos eso puede ser jodido. No se trata de si es así o no sino de que lo pones en un colectivo y de repente te llamas Carlos, dice Juan Pablo. Verónica agrega que la preocupación por los nombres o por si es realmente lo que se escribe es lo que se dijo hace que esto que se pone en el medio se pierda. Ulises agrega que durante el trabajo hablaron de que alguien tiene que aportar algo y esto tiene que circular y trae como ejemplo un ejercicio de la jornada de una pelota (yo dudo porque no sé muy bien a cual se refiere, me pierdo). Juan Pablo plantea que parece haber un pacto inconsciente, que cada cual juega su juego, para los que hablan mucho les sirve los que no hablan y viceversa. En este momento Ulises, Natalia, Nata y Ro comentan algunas cosas que no entendí. Natalia dice que en su trabajo ellas marcaron los distintos silencios que se producían y que los fueron nominando. Se habla de los silencios, de la forma de participar. Anabela explica que para ella en el grupo cada uno participa de maneras distintas.
Juan Pablo nos propone pensar conceptualmente, pensar qué es un grupo, y qué es para nosotros “estar implicados”. Me parece que duda de que entendamos bien qué es esto último. Algunas compañeras nos cuentan que ellas pensaron esto para su trabajo y que les parece que somos un grupo con algo heterogéneo y algo homogéneo, y nos invitan a pensarlo en la clase entre todos. Melisa nos dice que ellos lo pensaron como vínculo vs grupo. Juan Pablo dice cosas copadas que no anote. Diego lee una oración del texto de Ulloa que hace referencia a las miradas. Natalia trae el ejemplo del ejercicio donde uno pasa al centro de la ronda y tiene que esperar a que otro salga a buscarlo para volver a la ronda. (¿Este es el ejercicio de la pelota? me pregunto). Anabela dice que lo tomaron en el trabajo.
Juan Pablo dice “alguien como necesario, antes decían que nos iba a juzgar, ahora parece que lo necesitamos. ¿Puede ser que estamos habitando una situación de amenaza? Lucas “parece que tuvo efectos porque hoy somos un círculo perfecto por primera vez.
Juan Pablo explica la idea de implicación diciendo que Ulloa lo usa haciendo referencia a como uno se ve afectado por la institución y no como sinónimo de participar. Verónica como ejemplo nos recuerda el momento en que Ornela se estaba peleando con ella misma para no hablar, estaba implicada aunque no participara. Anabela comenta que le parecería bueno que se plantee al inicio de la cursada que si se participa se puede hacer algo más productivo (yo no estoy de acuerdo, no creo que sea cuestión de invitar sino que el problema es que no se acepta esta invitación). Juan Pablo cree que sería contraproducente, algunos coinciden con esto.
Juan Pablo habla del lugar de la palabra, cuando uno coloca al otro en un lugar particular y comenta la situación que se produjo la clase anterior cuando “cago a pedos” a Verónica. Natalia comenta sobre esto. Lamentablemente yo ya estaba guardando las cosas para irme así que hasta aquí pude registrar.
Cheee!!! Nadie se encargó de subir las crónicas..., ¿será que ya nadie le da bola al blog? ¿soy la única que sigue entrando? Mmmm...
ResponderEliminarSaludos! Rocío!
Perdón!!! Yo me colgué, no se si alguien le da mucha pelota a esto jejeje!
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