Cronica Nº 2

2° Crónica
1/09/2010.
Por Carla,Geraldina,Francisco y Paula.


Antes de iniciar la clase, se repite la modalidad de sentarse en círculo por parte de algunos compañeros. El profesor (Juan Pablo) pasa lista y propone leer la crónica de la clase anterior; el mismo interrumpe para consultar qué creemos acerca del “corte” que se había producido en nuestro último encuentro, producto de lo cual hubo muchas opiniones disímiles.
Luego se continua leyendo, hasta que una de las cronistas (Natalia) menciona a Peresson en relación a una definición de psicoterapia ante lo cual, Juan Pablo con tono risueño aclara al respecto, que la cátedra de Psicoterapia II no está del todo de acuerdo con dicha definición. La ayudante (Verónica) invita a opinar sobre cualquier cosa que nos surja acerca de lo que escuchabamos en la crónica.
Algunas miradas se desvían cuando Juan Pablo se levanta para anotar unos conceptos en el pizarrón, también se nota gente distraída a causa del viento que golpeaba las ventanas. El profe escribe en el pizarrón las palabras “Profundo” y “Alumnos Pasivos” en relación a lo que se había hablado de clínica en la clase pasada.
Una vez finalizada la lectura de la crónica, Juan Pablo indaga por la lectura del texto de Ulloa, y sólo una alumna da su opinión al respecto. Surge allí la pregunta sobre qué es entonces hacer una crónica, entonces Natalia manifiesta sus dudas al momento de saber qué debía plasmar en la misma y agrega que no que no sabía cómo hacerla. Ante esto, un compañero expresa que se supone que vamos a trabajar sobre nosotros mismos y que entonces habría que saber qué nos pasa. Natalia responde que tenía la opción de contarlo desde su experiencia pero que eso tendría “su sello”, y que no entiende todavía el objetivo de la cursada y tampoco el de la cátedra.
Se hace un paréntesis para hablar acerca de los temas y de las personas que habían concurrido al Seminario, ya que se menciona en reiteradas oportunidades el concepto de “Subjetividad” y se plantea la oposición subjetividad vs. Objetividad. Juan Pablo habla de nuestra insistencia en “lo que quiere la cátedra”, produciéndose un pequeño debate sobre la subjetividad. Se continúa hablando sobre el objetivo de la crónica, a lo que Verónica dice que tiene que ver con “convocarnos como psicólogos”, es ahí donde se menciona nuevamente el hecho de que estamos cerca de recibirnos y en ese momento el profe destaca (y de hecho ocurre), el silencio que se produce cada vez que el tema es mencionado.
A raíz de considerar una crónica como herramienta de trabajo, Juan Pablo comenta los requisitos para aprobar la materia. Se produce otro debate, en el que muchos exponen sus opiniones, pero en el que también todos hablan al mismo tiempo y no se llegan a escuchar.
Una vez más se habla del tema de la subjetividad, en relación al texto de la profesora Bozzolo y vinculado a la mención que se hace de los opuestos Subjetivo- Objetivo, donde subjetivo es considerado como “particular de cada uno”.
Juan Pablo habla de las palabras que le resultaron enigmáticas y que seguían escritas en el pizarrón (profundo, alumnos pasivos, qué quiere la cátedra), y se arma un debate en cuanto al efecto que produce en nosotros que nos denominen como “Alumnos Pasivos”. Se genera una situación un tanto tensa al momento de discutir sobre lo que cada uno elige a la hora de su propia formación y de lo que suponemos acerca de lo que la cátedra pretende.
Particularmente, a algunos de los cronistas, nos gustó el comentario del profesor cuando argumenta que la posibilidad de captar los objetivos de la cátedra, justamente es el objeto que nos indica que somos alumnos activos; Asimismo, otros de los cronistas rescatan la opinión del compañero que vuelve a destacar la connotación de los alumnos como enfermos y explica que no tiene que ver con un sentido negativo, si no con “lo que no se dice”, con “romper con lo familiar”, explicando que familiar, dejando claro que con el término familiar se refiere a lo naturalizado.
Verónica remarca la frase de la crónica anterior que dice que a la facultad se viene a hablar de contenidos y no de problemas, y que era justamente lo que no se estaba dando, pero se vuelve a desorganizar la clase y resulta difícil entender que cosas se dicen.
Sobre el final de la clase, aparecen quejas acerca de la posición que toman los profesores durante los exámenes y del conformismo de parte nuestra. Sólo algunos compañeros expresan “llevarse algo”, “ganar algo” o “sentirse felices con la carrera”. Momentos después, se da una situación cómica con Natalia, porque se pregunta e inmediatamente responde a ella misma.
Una compañera relaciona una frase del texto de Ulloa con el supuesto padecer que implica el transcurso por la facultad, anteriormente mencionado, y lo vincula con el concepto de mortificación.
Podemos agregar que notamos un bienestar generalizado, ya que observamos que hubo más fluidez, mayor debate y acuerdo entre compañeros que en la primera clase.
Juan Pablo da la bibliografía para la próxima clase y nos despedimos.