Lewcowicz introduce las nociones suceso situación y acontecimiento (sobre todo la articulación de las últimas dos) porque sostiene que tienen la capacidad de producir actualidad, de pensar un presente que no es solo extensión o efecto de un pasado; si así lo fuera no tendría actualidad y por lo tanto el presente seria una fantasmagoría. Esta palabrita “fantasmagoría” la utiliza en varios lugares del texto y podría entenderse perfectamente como ilusión, aunque dejo la pregunta abierta de si tendrá otra densidad teórica para el autor.
El presente en este caso seria una ilusión porque solo se mostraría en función de determinaciones previas. Por ejemplo en el psicoanálisis pensamos lo actual en base a una fantasmagoría, en base a la ilusión de una escena original. De este modo hipotetiza y es lógico hacerlo, que lo que se presenta como presente no tiene potencia para producir sentido, podríamos agregar, nuevo; y necesita apelar al pasado, en este caso a la escena original, que le da sustento semántico.
Ahora bien, la idea de situación apuntara los cañones contra esta idea de un contexto que pre exista como sentido cristalizado. En palabras de Lewcowicz, esto le resta actualidad a la actualidad. Esto el autor lo introduce unas paginas después, pero esta hablando de lo mismo. ¿Se ve entonces el problema de pensar la escena original como este sentido al que recurrimos para explicar lo que le pasa a alguien aquí y ahora? Creo que nos perdemos con este modo de pensar varias cosas, entre ellas la posibilidad de salir del cliché, (recuerden a Freud en su texto sobre el amor de transferencia), de ver en la situación la posibilidad de crear un nuevo sentido en función de la articulación y el dinamismo producido aquí y ahora.
Retomando la noción fuerte, la que a mi modo de ver se lleva los aplausos, dirá que la situación no es un suceso, el suceso esta estrechamente ligado con la idea causal clásica, causa/efecto donde el efecto ya estaba contenido en la causa, el presente en el pasado y seguimos hablando de lo mismo, momentos que se suceden sin agregar nada nuevo; aquí para Lewcowicz no estamos en presencia de una situación porque para el la situación se produce por un acontecimiento, es decir, no toma su sentido de su lugar en una serie. El nudo del planteo principal del texto esta en la pagina tres, digo idea principal porque con la idea de, “modo de relación de estado y mercado” que introduce al final del texto, me parece que, el autor deja la puerta abierta a otro nivel de análisis.
Me voy a meter con la idea de acontecimiento como condición de producción de situaciones para después retomar la idea de totalidad y fragmento que es anterior en el desarrollo del texto. Parafraseo un poco: El acontecimiento tiene una cualidad casi imperceptible y por lo tanto debemos separarlo de connotaciones de espectacularidad; el acontecimiento es una interrupción, una heterogeneidad. No tiene cabida en una estructura, en el otro texto decía que entra en los puntos vacíos de un discurso, de un orden, de una estructura.
Situación entonces como una zona de insolvencia, donde se producen las incompatibilidades de las nociones, ideas, esquemas de una estructura; entonces, ni totalidad ni fragmento. ¿Porque no? Lewcowicz dice que la totalidad es una ilusión, una quimera del pensamiento, ¿una fantasmagoría? Y dice “Y sobre todo, es una intuición sin concepto” Recordemos que el autor era filosofo e historiador; sin embargo me voy a permitir pensar esto de otro modo. Es sabido que Kant sostenía que un concepto sin intuición es vacío, es decir, que un concepto necesita el contenido empírico para generar conocimiento. De este modo para Kant entran en este vacío la idea de yo, sustancia y causalidad, que para el eran pura forma, son ideas vacías que necesitan de la experiencia para ser llenadas. Me parece que aquí entraría la totalidad, como un puro concepto sin intuición y no como dice Lewcowicz como una intuición sin concepto. Esto último correspondería, siguiendo a Kant, al fragmento; que es desorganizado, caótico, sin forma. El “cacho” seria una intuición empírica sin los conceptos que la ordenan por lo tanto es ciego.
Es decir, ni puro concepto vacío, ni pura intuición ciega; la situación parecería ser el punto en que tenemos que pensar esa intuición ahí, constituirnos y habitarla ahora sin remitirnos a ninguna totalidad, sin preexistencias, buscando las conexiones en base a un punto problemático actualizado en esa situación que, como dice el autor, producirá las conexiones, las junturas con distintos puntos que por heterogéneos que sean devienen inmanentes a partir de este problema.
Finalmente diré que si el suceso toma su sentido de su lugar en una serie, si solo es el despliegue de lo que estaba plegado, el acontecimiento será lo que rompe con el sentido y crea una situación que no es producto de la totalidad ni del fragmento. Aun mejor, solo aparece en el punto de ruptura, disyunción, discontinuidad, entre el puro concepto y la pura intuición invitando a pensarnos desde una situación aquí y ahora.
Pensando uno de los ejemplos que trae el autor podemos decir que el acontecimiento Kafka crea una situación única donde Zenón, Kierkegaard, Han Yu, adquieren un nuevo sentido que no tenían, ¿podemos decir aquí que los singulariza? Siguiendo esta lógica podemos decir también que Zenón, Kierkegaard, Han Yu eran fragmentos, intuiciones ciegas; lo interesante es que no es el concepto lo que ilumina estas intuiciones, no es la remisión a una totalidad vacía sino que es el acontecimiento el que crea la nueva situación donde los cachos cobran un sentido singular que no estaban contenidos en ningún lado.
Bueno es todo por hoy, me quedan mil preguntas, no toque el tema de sólido/fluido ni de lógica de estado/lógica de mercado. El planteo es similar, con la particularidad de que esta ultima a mi criterio, introduce un nuevo orden de cosas que no agarre del todo en una primera aproximación.
Me limite a pensar en Kant a partir de la frase intuición sin concepto y me anime a criticarla con mucho respecto. Desde ahí pretendí recorrer el texto articulándolo con estos postulados Kantianos. No creo haberlo logrado.
Otro camino a tomar que se me ocurrió es el del Dasein Heideggeriano, como esta concepción del ser ahí, un ser arrojado al mundo, en relación a la noción de situación.
Finalmente no pude evitar ver las similitudes entre la noción de acontecimiento y la de acto analítico que postula Lacan; no como acting, no como pasaje sino como acto que introduce un nuevo sentido, es decir, siguiendo a Deleuze, permite otros pliegues en el toallon.
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